13 mayo 2008

"No encontrar los libros de Chester Himes o Ross McDonald refleja la debilidad cultural de un país"


Paco Camarasa Propietario de la librería negra y criminal



Paco Camarasa considera que "se está traduciendo al castellano todo lo que sale, pero habría que reeditar lo que está desaparecido". Como librero y como lector no comprende que sea prácticamente imposible encontrar las novelas de los autores clásicos de novela negra
Bilbao. Lleva veintitantos años en el mundo editorial, en el que llegó a ser presidente de los libreros de Valencia. Ahora demuestra a quienes se lo negaban que saber mucho de libros es bueno para venderlos y que se puede competir con las grandes superficies desde una muy pequeña, la suya: Negra y criminal.



¿Cuándo abrió la librería?



El 4 de diciembre de 2002.



¿Es la única del Estado que se dedica sólo a la novela negra?



En exclusiva sí, de novela negra sólo estamos nosotros.



¿Le gustaba este género desde siempre?



Sí, descubrí a Hammett en la universidad por casualidad y desde entonces me gustan la novela negra y la policial.



Cuando abrió el negocio, ¿lo hizo con vistas a conocer a sus autores favoritos o para tener con quien hablar de lo que leía?



La librería la abrí por tres motivos: primero, porque no me daban trabajo en ningún lado porque tenía más de 50 años; segundo, porque algunos editores y distribuidores decían que yo sabía mucho de libros y eso no era bueno para venderlos, y tercero, porque pensaba que había un hueco para una librería pequeña que hiciera muchas actividades, que conectara con el lector. Los libreros todavía tenemos posibilidades si hacemos otras cosas diferentes a las grandes superficies. Es competir con ellos en lo que no pueden dar, atención al cliente.



Con todo lo que ha leído y los autores a los que ha conocido, ¿ya podría cometer el crimen perfecto?



Seguro que me descubrirían porque soy muy torpe.



¿La sobredosis actual de edición de novela negra le está dejando sin sitio en las estanterías?



La verdad es que hemos tenido que adecuar un espacio en el sótano, nos falta sitio, efectivamente.



¿Hay algún autor que falte?



Lo que hace falta es reeditar algunos clásicos. No es posible que Chester Himes sea difícil de encontrar en este momento, que Jim Thompson sea casi inencontrable y que una novela fantástica como La mirada del observador de Marc Behm esté agotada. Eso es lo que echo de menos. Se traduce todo lo que sale, pero habría que reeditar lo que está desaparecido. Tampoco Ross McDonald se puede encontrar y eso refleja la debilidad cultural de este país.



¿Le ha sorprendido gratamente algunos de los autores que ha conocido?



Sí, yo no participo de la tesis de Raymond Chandler que decía "si te gusta una novela, no quieras conocer al autor". He disfrutado mucho con escritores como Padura, Maj Sjöwall, Juan Sasturain, Elmer Mendoza o el último americano que ha venido, Michael Connelly, que es un tipo fantástico y muy próximo.



¿Hay algún clásico al que le hubiera gustado conocer?



A la trilogía. Me hubiera encantado conocer a Chandler, a Hammett o a Thompson. Mataría a alguien por, como dicen los chilenos, hablar una botella con Dashiell Hammett, daría cualquier cosa.



¿Cabe bajo la denominación de novela negra todo lo que colocan allí los grandes almacenes?



No, novela negra es una cosa, novela policíaca es otra, novela criminal es otra... en esto soy militante y radical. Si alguien quiere llamar novela negra a P.D. James, que la llame novela negro-criminal. La librería agrupa todas las posibilidades que hay, pero Agatha Christie no es novela negra, P.D. James no es novela negra y Ruth Rendell tampoco. Están surgiendo escritores en todos los continentes.



¿La eclosión de la novela negra es un fenómeno universal?



Claro, porque recoge una cuestión básica: es la novela crítica, la novela realista y la novela social de la actualidad. Y en todos los continentes y en todos los países hay motivos para hacer crítica del poder, de la corrupción, del consumismo imperante y, por lo tanto, tenemos puntos en común.



¿Son muy diferentes los escritores que surgen del mundo latino, del nórdico o del anglosajón?



Naturalmente porque si es una novela realista tiene que describir el contexto en el que se explica. Cuando Mankell menciona a un policía que se reúne a las siete de la mañana con alguien, eso es impensable en una novela italiana o española. A esa hora estamos durmiendo o yendo a casa a tomarnos un chocolate con churros porque nos hemos pasado la noche de juerga. Está de moda situar la novela negra en otras épocas y civilizaciones, lo mismo el Antiguo Egipto que la Inglaterra victoriana.



¿Se están fusionando demasiado la novela negra y la histórica?



El problema es que cuando aplicas el esquema de una novela de intriga a una histórica, te cargas la novela histórica tal y como la entienden hoy sus aficionados.



¿Se puede hacer combinaciones?



Se puede, pero a veces salen bien y otras no tanto. Y sobre todo lo que no sale tan bien es la repetición del esquema. Lindsey Davis era muy buena en los tres primeros libros y en los últimos es repetitiva y por tanto aburrida. Lo único que está prohibido en la novela negra o criminal es aburrir al lector.



¿Echa en falta alguna época o país que podrían dar juego?



La novela negra del Madrid de los últimos veinte años, desde la Transición, desde el Toni Romano de Juan Madrid. En la capital han pasado muchas cosas. Esperanza Aguirre llegó ilegítimamente a la presidencia con dos votos comprados que impidieron la voluntad popular y esto no está en ninguna novela negra.



¿Quién es su escritor favorito?

El que leeré mañana y me produzca placer, no lo sé todavía. Hay tantos... Cada vez disfruto más, cuanto más mayor me hago más disfruto con algunos escritores. Pero yo tengo un problema, como lector y como librero, y es que confundo los autores con sus personajes. Mi escritor favorito, por decirte alguien, es Francisco González Ledesma, porque es un señor al que quiero.



Por preguntárselo de otra manera, ¿de quién espera un nuevo libro con más interés?



De Francisco González Ledesma, de Juan Madrid, de Andreu Martín y de verdad que me encantaría poder esperar un nuevo libro de Manuel Vázquez Montalbán.


BCN Negra 2009 y el abecedario Cruzar el umbral de la librería de Paco Camarasa en la Barceloneta es entrar en un pequeño santuario. El lector de novela negra sabe que allí encontrará lo que busca, pero no sólo libros. También opiniones, orientación y consejo. Este valenciano que reside en la ciudad condal desde 1989 es también el alma máter de BCN Negra, unas jornadas que se llevan celebrando cuatro años y que atraen a los escritores más cotizados de este género y a los aficionados ansiosos de charlar con ellos y de llevarse un ejemplar firmado.



"Ya estamos preparando el BCN Negra 2009. Hoy me acaban de dar una buena noticia, que empezamos a trabajar para que venga alguien de Estados Unidos que ha publicado bastantes novelas. Es una mujer que no viaja mucho, pero le vamos a ofrecer paella, cocido, vino de Rioja y muchas otras cosas a ver si vía comida la traemos a Barcelona". Camarasa se resiste a revelar de quién se trata, "no se puede", dice, "pero escribe muy bien el abecedario", apunta con picardía. Sólo le falta añadir que es de Kentucky, devota de Ross McDonald y que sus obras más famosas se conocen como las 'novelas del alfabeto'. >Merche Peña
Gracias a Javier por la noticia

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