BARCELONA, 7 (EUROPA PRESS) - La escritora y ex ministra de Justicia de Noruega Anne Holt presentó hoy en Barcelona su última novela, 'Crepúsculo en Oslo', de la que ya ha vendido 500.000 ejemplares en Escandinavia y Alemania y que está protagonizada por una pareja de investigadores atípica y "feliz" que acaba de tener un hijo y que, por contra, deben enfrentarse a un mundo exterior hostil en el que un asesino está matando a personajes famosos, entre ellos la lídEl libro, más allá de la novela negra, trata de plasmar la "preocupación" de la autora por lo que considera un "síntoma del desapego de los valores humanos", como es que actualmente las nuevas generaciones tengan en ser "ricos y famosos como sea" su máxima aspiración.
"El riesgo más fuerte que puede tener una persona es enamorarse, tener hijos; pero las nuevas generaciones cada vez posponen más estos riesgos, sobre todo en el mundo occidental, pero lo sustituyen con el riesgo físico, como (la práctica de) deportes extremos", observó Holt.
Las parejas de investigadores, tan comunes en las novelas negras, son para Holt algo "necesario", ya que el detective necesita hablar con alguien para resolver el crimen y este diálogo hace que la historia sea "más dinámica".
La autora admitió hoy que nunca había "soñado" con ser escritora y que, de hecho, se considera "más narradora de historias que autora". El éxito literario le llegó a los 35 años, y anteriormente Holt ejerció de policía durante dos años y de periodista durante algunos más, profesiones que le dieron pie a escribir novelas policíacas, según explicó hoy.
Para Holt, Maj Sjowall y Per Wahlo son dos referentes de la novela negra en Escandinavia porque gracias a su nivel literario "se elevó el género criminal al nivel literario del resto de géneros y el público noruego dejó de sentir vergüenza de leer" novelas de este género. A raíz de esto, en los años 70 "muchos autores empezaron a explorar el género y se llegó a un buen punto literario" porque además "el público" ganó interés por este tipo de novelas.
Acerca del asesinato en 1986 del primer ministro noruego, Olof Palme, Holt consideró que a partir de entonces "no hubo límites" porque "si un primer ministro es asesinado en la calle, todo puede suceder". Además, la ex ministra de Justicia noruega consideró que desde ese hecho, "la sociedad noruega perdió la virginidad", y admitió que desde entonces "hubo un giro en la escritura escandinava detectivesca", pero más bien por la tendencia que estaba tomando por este hecho concreto.
Para Holt, Escandinavia no es un sitio "tan tranquilo como la gente cree", y manifestó que Noruega tiene la misma población que la ciudad de Boston (4,5 millones de habitantes) y que, por contra de lo que pudiese parecer, "al cabo del año hay más asesinatos en Noruega, que es más rural, que en Boston". "Oslo no es un sitio tan tranquilo y sí muy propicio si lo que quieres hacer es escribir novela negra", remachó.
Holt debutó como escritora en 1993 con la obra 'Blind guddine' y al año siguiente publicó su segunda novela de la serie de Hanne Wilhelmsen, 'Salige er de som torster', por el que recibió el premio más prestigioso de novela policíaca de Noruega, el Premio Riverton en 1994.er de un partido de derechas cuya carrera estaba llena de éxitos, según explicó hoy la autora.
"El riesgo más fuerte que puede tener una persona es enamorarse, tener hijos; pero las nuevas generaciones cada vez posponen más estos riesgos, sobre todo en el mundo occidental, pero lo sustituyen con el riesgo físico, como (la práctica de) deportes extremos", observó Holt.
Las parejas de investigadores, tan comunes en las novelas negras, son para Holt algo "necesario", ya que el detective necesita hablar con alguien para resolver el crimen y este diálogo hace que la historia sea "más dinámica".
La autora admitió hoy que nunca había "soñado" con ser escritora y que, de hecho, se considera "más narradora de historias que autora". El éxito literario le llegó a los 35 años, y anteriormente Holt ejerció de policía durante dos años y de periodista durante algunos más, profesiones que le dieron pie a escribir novelas policíacas, según explicó hoy.
Para Holt, Maj Sjowall y Per Wahlo son dos referentes de la novela negra en Escandinavia porque gracias a su nivel literario "se elevó el género criminal al nivel literario del resto de géneros y el público noruego dejó de sentir vergüenza de leer" novelas de este género. A raíz de esto, en los años 70 "muchos autores empezaron a explorar el género y se llegó a un buen punto literario" porque además "el público" ganó interés por este tipo de novelas.
Acerca del asesinato en 1986 del primer ministro noruego, Olof Palme, Holt consideró que a partir de entonces "no hubo límites" porque "si un primer ministro es asesinado en la calle, todo puede suceder". Además, la ex ministra de Justicia noruega consideró que desde ese hecho, "la sociedad noruega perdió la virginidad", y admitió que desde entonces "hubo un giro en la escritura escandinava detectivesca", pero más bien por la tendencia que estaba tomando por este hecho concreto.
Para Holt, Escandinavia no es un sitio "tan tranquilo como la gente cree", y manifestó que Noruega tiene la misma población que la ciudad de Boston (4,5 millones de habitantes) y que, por contra de lo que pudiese parecer, "al cabo del año hay más asesinatos en Noruega, que es más rural, que en Boston". "Oslo no es un sitio tan tranquilo y sí muy propicio si lo que quieres hacer es escribir novela negra", remachó.
Holt debutó como escritora en 1993 con la obra 'Blind guddine' y al año siguiente publicó su segunda novela de la serie de Hanne Wilhelmsen, 'Salige er de som torster', por el que recibió el premio más prestigioso de novela policíaca de Noruega, el Premio Riverton en 1994.er de un partido de derechas cuya carrera estaba llena de éxitos, según explicó hoy la autora.
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