Morir en Marsella
Raquel Rosemberg
Marsella se muestra dura, como una mujer inaccesible. Pero una vez que se alcanza su corazón, ama y se deja amar. Generosa, es puerto y puerta de inmigrantes que llegan a Francia. La pasión por sus hijos no hace distinciones: desamparados y mafiosos, gangsters y poetas, soñadores y xenófobos, todos conviven bajo su mismo sol. Cuna de La Marsellesa y del hip hop. Tierra mediterránea, huele a ajo y a bouillabaise, a Pastis y a Cassis. Hay muchas formas de conocerla. Jean Claude Izzo la desnuda en Total Kheops, argot rapero para nombrar el Caos Total.
La dureza le vino a Marsella de lejos, se le fue formando a lo largo de sus 2600 años. Tanta historia a cuestas hicieron que en ella el honor sea capital. En Marsella se puede matar por honor al amante de la mujer, al que ha ensuciado a la madre, o al tío que ha perjudicado a una hermana. Y Total Kheops es una historia de honor. Es la historia de tres amigos, Ugo, Manu y Fabio, que no han sabido qué hacer con sus vidas: "así que, policía o ladrón", como los imagina el autor. Ugo, ladrón, partió y volvió a Marsella por el honor de Manu, otro ladrón y por el de Lole (la joven cuyo amor comparten los 3 amigos). También por el honor de la juventud, de la amistad y por el de los recuerdos. En ese camino de huellas trazadas en nombre del buen nombre, Ugo mata a Zucca, el capo de la mafia marsellesa. Este era un capo muy especial, un abogado que estaba preparando su retirada a Argentina (sic), del que se decía no había matado a nadie -uno o dos, solo por la reputación. Como Manu, Ugo muere. Fabio, el policía, será quien protagonice la novela, debendo cargar con la honra de sus compañeros de juventud asesinados, porque "el honor de los supervivientes consiste en sobrevivir.
Consulta'l des de: http://www.l-h.cat/biblioteques/bobila/fe_lhconfidencial.shtml
No hay comentarios:
Publicar un comentario