Al agente Logan McRae no le van las cosas todo lo bien que a él le gustaría. Su compañero, el agente Maitland, está gravemente herido y se le atribuye a él la responsabilidad de lo ocurrido, por lo que está en tela de juicio su continuidad en la comisaría de Aberdeen, la «Ciudad de Granito». Como última oportunidad ha sido degradado y tiene que trabajar bajo las ordenes de la insoportable inspectora Steel, en la que llaman «La brigada cagada».
Además, el cadáver de una prostituta, Rosie Willians, completamente desnuda, apaleada y violada acaba de aparecer, junto con una serie de misteriosos incendios en los que mueren varias personas, entre ellos niños. El inspector Insch, su anterior jefe, no puede hacer otra cosa que pedirle ayuda para resolver el caso. Un tercer suceso aparece en escena: una mujer acusa a su vecina de haber matado a su marido ya que constantemente les agredía verbalmente.
En medio de todo este follón, el depósito de cadáveres sigue llenándose de prostitutas muertas y Logan será consciente de que se le está acabando el tiempo; estas mujeres serán secuestradas y asesinadas si no descubren quién es el asesino. Por si con su carrera profesional no fuese sufcientemente complicado, Logan tiene que lidiar con su nueva vida junto a la Agente Watson.
Una segunda entrega que detalla el berenjenal que supone ser Logan McRae, y en la que Stuart MacBride urdirá una historia con elegancia y destreza, sin malgastar ni una sola palabra. Un thriller descarnado, impactante e imposible de dejar, de la mano de un autor con un ojo maravillosamente perspicaz y un sentido de humor típicamente escocés.
Luz mortecina
Stuart MacBride
Ediciones Ámbar 2010
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