John Constantine nació o mejor dicho fue expulsado por su madre, para complicar la vida de cualquier bicho viviente. Su gabardina, su aspecto pordiosero (nada que ver con la versión cinematográfica) y un cigarrillo SILK CUT en su boca encendido.
Ha muerto diez mil veces, pero nunca han podido rematarlo del todo.
Sus pactos de sangre con demonios y otros seres indeseables, han sido su energía.
Observar en un pub cutre a este tipo bebiendo un escocés de garrafa puede ser lo más habitual en el mundo del cómic. Y es que Constantine desde sus tiempos “punkarros”, le eligió el destino para que se encargara del equilibrio en la tierra del bien y del mal.
¿Pero cual es el secreto realmente de su éxito?
¿¿??
No sería una respuesta correcta, por sus manos han pasado los mejores guionistas y dibujantes; han sido capaces de actualizar sus propuestas o incluso complicarlas de tal manera que uno se sentía perdido.
Yo estaba allí, cuando apareció por primera vez y parecia un individuo salido de la nada.
Pero fue Jamie Delano, el que le dio a la tuerca. Tuve la suerte de conocerlo y nadie se podría imaginar que tal excelente persona, fuera realmente el guionista de este aturdido personaje.
Nunca podré hacer un resumen mínimo, de los ratos y ratos que he estado obsesionado con las aventuras de este ser inmundo, medio diabólico y malencarado.
Y es que ya hace muchos años mi alma fue poseida por John Constantine.
Ha muerto diez mil veces, pero nunca han podido rematarlo del todo.
Sus pactos de sangre con demonios y otros seres indeseables, han sido su energía.
Observar en un pub cutre a este tipo bebiendo un escocés de garrafa puede ser lo más habitual en el mundo del cómic. Y es que Constantine desde sus tiempos “punkarros”, le eligió el destino para que se encargara del equilibrio en la tierra del bien y del mal.
¿Pero cual es el secreto realmente de su éxito?
¿¿??
No sería una respuesta correcta, por sus manos han pasado los mejores guionistas y dibujantes; han sido capaces de actualizar sus propuestas o incluso complicarlas de tal manera que uno se sentía perdido.
Yo estaba allí, cuando apareció por primera vez y parecia un individuo salido de la nada.
Pero fue Jamie Delano, el que le dio a la tuerca. Tuve la suerte de conocerlo y nadie se podría imaginar que tal excelente persona, fuera realmente el guionista de este aturdido personaje.
Nunca podré hacer un resumen mínimo, de los ratos y ratos que he estado obsesionado con las aventuras de este ser inmundo, medio diabólico y malencarado.
Y es que ya hace muchos años mi alma fue poseida por John Constantine.
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