DISCURSO JOAQUIN GUERRERO CASA-SOLA EN LA ENTREGA DE PREMIO L´H CONFIDENCIAL DE NOVELA NEGRA
Hace muchos años, tal vez 50, Carlos Fuentes, escritor mexicano, dijo de Ciudad de México que era la región más transparente del aire. A mí, como niño de los años setentas, algo me tocó de eso. Podía subir a la azotea del edificio y ver claramente el volcán Iztacihuatl, que dicen que tiene forma de mujer dormida, pero que yo siempre imaginé muerta con su cobija de nieve encima.
Esa región más transparente del aire se fue enrareciendo con el paso de los años. Palabras como lluvia ácida, crimen, secuestros, corrupción y magnicidios políticos fueron formando las nuevas nubes de ciudad. Tal vez por eso me cuesta trabajo concebir una novela donde el conflicto de los personajes nazca dentro de ellos mismos como en un estado de inmanencia delirante y donde lo de afuera sólo sea un mero escenario.
Esa región más transparente del aire se fue enrareciendo con el paso de los años. Palabras como lluvia ácida, crimen, secuestros, corrupción y magnicidios políticos fueron formando las nuevas nubes de ciudad. Tal vez por eso me cuesta trabajo concebir una novela donde el conflicto de los personajes nazca dentro de ellos mismos como en un estado de inmanencia delirante y donde lo de afuera sólo sea un mero escenario.
Si yo me propusiera recontar Blanca Nieves y a lo Siete enanos, cada enano tendría que ser interrogado a golpes. Mandaría al trullo a Gruñón. Y el príncipe, en lugar de beso, resucitaría a Blanca Nieves con electroshocks en medio de un charco de sangre. Así que no tengo remedio. Estoy marcado por la jungla urbana.
Siento no poder decir si mi novela tiene influencias de tal o cual autor. Cuando comencé a escribir estas líneas, intenté ese camino, pero me di cuenta que sería más fácil hablar de física cuántica quede novela policíaca con ustedes. Y es que de física cuántica yo no sé nada y si ustedes tampoco, habría buscado algo en Internet sobre agujeros negros y la teoría del big bang para sorprenderlos. Todo cambia cuando los agujeros son de balas y el big bang es bang! Bang!... En el terreno de lo policíaco uno se intimida porque hay alguien que sabe más que un teórico, y ese es un apasionado.
Lo único que puedo decir sobre mi novela, en un esfuerzo de distanciarme de ella, es que me descubro un romántico empedernido, pues hago de la violencia, el alcohol y el crimen, panoramas de cruda nostalgia que en el fondo son mi gran lamento por la perdida irreparable de esa región más transparente del aire.
Pongo a la consideración de todos ustedes, apasionados del género negro, mi aportación llamada Ley Garrote. Agradezco el premio a Barcelona, Roca Editorial y el ayuntamiento de Llobregat… A mi mujer, mis dos hijos y mis amigos aquí presentes… Y a un fantasma. El de Edgar Allan Poe, por haber puesto en claro el futuro de lo negro con sus crímenes de la Calle Morgue…
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