Diane Wei Liang: El ojo de jade (Siruela)
Casi 25.000 lectores han conocido y seguido a Mei Wang por el Pekín de ?El ojo de jade?, tendrán la suerte de ver cómo continúa la saga de esta detective -perdón, que es profesión prohibida en China-, de esta asesora, con Mariposas para los muertos, con la que Wei Linag regresa a Tiananmen: "La vida después de aquello no fue igual para mí. Las imágenes de lo ocurrido están en la retina, al igual que el sufrimiento. China empezó a ser distinta". Eso será en septiembre.
De momento, tendrán que esperar a Mei, que ya desde la primera línea de la novela deja claro que investigar la verdad en una sociedad que aún está poniendo al día los secretos de su pasado es un juego peligroso... Wei Liang ha caracterizado a su joven investigadora, Mei, según los cánones clásicos de la novela negra occidental ?sobre todo en ese vínculo estrecho que hay siempre entre los casos que investiga y su propia vida, aunque al principio ni se lo imagine?, completándola de una aureola de joven, guapa, afortunada y favorecida por el Partido.
Que, todo sea dicho, es el gran damnificado de las obras de Wei Liang, que a veces parece olvidarse de la trama para centrarse en la contradicción de la nueva sociedad china y de su clase dirigente, más tendente a vivir y comportarse como jóvenes millonarios de Manhattan. Recomendable, más que por su careta policíaca, por el extraordinario fresco que Wei Liang ofrece de los demonios de una sociedad que avanza sin querer mirar al pasado y engañándose a sí misma.
Diane Wei Liang (Pekín, 1966) pasó parte de su niñez con sus padres en un campo de trabajo de una remota región de China. En los años ochenta, cuando asistía a la Universidad de Pekín, participó en el movimiento democrático estudiantil y estuvo en la plaza de Tiananmen. Se doctoró en Administración de Empresas en la Universidad Carnegie Mellon, y ha impartido clases de gestión de empresas en Estados Unidos y en Reino Unido durante más de diez años. Vive en Londres con su marido y sus dos hijos. Ha publicado el libro de memorias El lago sin nombre.
Qiu Xiaolong: Muerte de una heroína roja (Almuzara)
Una magnífica iniciación a la China de hoy. Una mezcla de íntriga, investigación política y retrato sociológico, llena de poesía e impregnada de los aromas exquisitos de la cocina china. Ingeniosa novela que permite conocer la realidad china a ras del suelo, sin abusar de exotismos y sin las imposiciones ideológicas del Partido Comunista.
A través de la irónica e intelectual mirada de Chen Cao, inspector jefe de homicidios de la Brigada de Asuntos Especiales de Shanghai, que posee bastantes rasgos del autor -además de policía, también es experto en literatura occidental, poeta y traductor de novelas policíacas-, y, por supuesto, características de todo buen investigador occidental: gourmet y epicúreo, íntegro y humano.
Qiu traza una radiografía de la China contemporánea, sometida a todo tipo de contradicciones culturales y económicas, sobre todo entre los HCS (hijos de los Cuadros Superiores del Partido Comunista) y el resto de la población. La novela comienza con el descubrimiento del asesinato de la joven Guan Hong Ying, muy conocida en el país por haber sido distinguida como trabajadora modelo de rango nacional, una joven muy implicada en las tareas del Partido Comunista.
El departamento de Chen Cao se hace cargo de la investigación, pero pronto, muy pronto, empiezan a aparecer dificultades cuando intuyen que detrás del asesinato puede estar implicado alguien de las altas esferas del Partido Comunista chino. A partir de ese momento, Chen Cao tiene que andarse con pies de plomo, pues cualquier movimiento puede volverse en su contra, ya que el caso tiene unas ramificaciones políticas que conectan con las altas esferas. China, muy de cerca.
Qiu Xiaolong nació en Shanghai en 1953. En su Universidad se especializó en literatura anglo-americana y fue traductor al chino de Joyce, Faulkner, Conrad... Cuando la revuelta de la Plaza de Tiananmen, se encontraba en Estados Unidos. Considerado uno de los líderes del movimiento estudiantil, no pudo regresar a su país. En la actualidad, es profesor en la Universidad de Washington. Muerte de una heroína roja fue la primera novela, iniciando la serie de Chen Cao.
A través de la irónica e intelectual mirada de Chen Cao, inspector jefe de homicidios de la Brigada de Asuntos Especiales de Shanghai, que posee bastantes rasgos del autor -además de policía, también es experto en literatura occidental, poeta y traductor de novelas policíacas-, y, por supuesto, características de todo buen investigador occidental: gourmet y epicúreo, íntegro y humano.
Qiu traza una radiografía de la China contemporánea, sometida a todo tipo de contradicciones culturales y económicas, sobre todo entre los HCS (hijos de los Cuadros Superiores del Partido Comunista) y el resto de la población. La novela comienza con el descubrimiento del asesinato de la joven Guan Hong Ying, muy conocida en el país por haber sido distinguida como trabajadora modelo de rango nacional, una joven muy implicada en las tareas del Partido Comunista.
El departamento de Chen Cao se hace cargo de la investigación, pero pronto, muy pronto, empiezan a aparecer dificultades cuando intuyen que detrás del asesinato puede estar implicado alguien de las altas esferas del Partido Comunista chino. A partir de ese momento, Chen Cao tiene que andarse con pies de plomo, pues cualquier movimiento puede volverse en su contra, ya que el caso tiene unas ramificaciones políticas que conectan con las altas esferas. China, muy de cerca.
Qiu Xiaolong nació en Shanghai en 1953. En su Universidad se especializó en literatura anglo-americana y fue traductor al chino de Joyce, Faulkner, Conrad... Cuando la revuelta de la Plaza de Tiananmen, se encontraba en Estados Unidos. Considerado uno de los líderes del movimiento estudiantil, no pudo regresar a su país. En la actualidad, es profesor en la Universidad de Washington. Muerte de una heroína roja fue la primera novela, iniciando la serie de Chen Cao.
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