23 febrero 2009

Puyo dirige una obra de Mankell que denuncia papel de los europeos en África


Ramón Simo, Jordi Martínez, Mutsa Alcaniz, Magda Puyo (directora), Martí Torras y Ferrán Carvajal (i-d), durante la presentación de "Antílopes", una obra teatral original de Henning Mankell, autor de novelas negras de éxito y director del Teatro Avenida de Maputo (Mozambique), en la que se ofrece una visión desgarradora del papel de los europeos en África. EFE



Magda Puyo dirige "Antílopes", una obra teatral del sueco Henning Mankell que denuncia de forma desgarradora el papel de los europeos en África, y que se estrena el próximo día 27 en el Teatro Alegria de Terrassa (Barcelona), antes de llegar al Teatro Nacional de Cataluña (TNC), entre el 7 y el 29 de marzo.


Autor de culto de novela policíaca, Mankell es director del Teatro Avenida de Maputo (Mozambique) y no deja escapar ninguna ocasión para denunciar lo que tacha de "colonialismo persistente occidental hacia África".
"Antílopes" es una muestra de la faceta de dramaturgo del escritor sueco, la menos conocida, y es la primera vez que se pone en escena en un teatro español.
Para la puesta en escena, Magda Puyo cuenta con Ferran Carvajal, Muntsa Alcañiz y Jordi Martínez, esos dos últimos en los papeles de un matrimonio de cooperantes que lleva catorce años viviendo en África, y Carvajal en el de un joven que viene a sustituirlos.
La acción transcurre el último día de la estancia en el país de la pareja, implicada en un programa de ayuda internacional, cuando reciben al joven que va a sustituirles y sacan a relucir todos los conflictos personales y laborales surgidos a lo largo de esos años.
La obra refleja qué entendemos en general los europeos por ayuda y muestra cómo debería entenderse esa cooperación: "A África hay que ir a hacer preguntas, no a dar respuestas occidentales", ha explicado la directora teatral.
Deja patente la "invisibilidad" de los africanos como concepto básico de la relación que Occidente mantiene con el continente negro en un texto que se le ocurrió escribir a Mankell cuando fue a cenar a casa de unos cooperantes y vio que sus anfitriones "no veían" a los empleados que les ayudaban en casa.
El espectáculo somete a la vista de los espectadores comportamientos o pensamientos éticamente reprobables de unos personajes entrañables y próximos dibujados por un autor que se plantea en su obra si "les ayudamos a vivir o les ayudamos a morir".
Jordi Martínez ha señalado que el que representa en "Antílopes" es uno de los papeles "más complejos" que ha hecho como actor, al pasar el personaje desde la situación más cotidiana hasta la locura.
Es una "tragedia grotesca", con diálogos muy directos, claros, afirmaciones contundentes y políticamente incorrectas, que combina, según Puyo, momentos de tragedia con otros muy divertidos que, a veces, hielan la sonrisa en los labios.
Ramón Simó es el responsable de una escenografía que recrea una casa típicamente sueca, o confortablemente occidental, aparecida como un juguete en medio de una naturaleza africana, convertida en una especie de búnker e "invadida por el paisaje africano", ha dicho parafraseando a Mankell.
El espectáculo cuenta con música original de Joan Alavedra y tiene pinceladas de "thriller", estilo que el escritor sueco creador del personaje del célebre detective Wallander no abandona desde el sello de su editorial "Leopardo".
Mankell es un enamorado de África, en donde pasa la mitad del año, y el continente aparece en diversas de sus novelas y piezas de teatro como "La leona blanca" o "El ojo del leopardo" y se convierte casi en el personaje principal de "Antílopes".




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