Una exposición en Barcelona repasa la trayectoria del última revista española dedicada a la crónica de sucesos
El asesinato de la prostituta Carmen Broto conmovió a la sociedad barcelonesa en 1949 tras aparecer su cadáver enterrado con la cabeza abierta tras ser golpeada con un mazo. Los rumores que circularon de boca a oreja implicaban a jerarcas franquistas y de la Iglesia Católica. Pero la prensa de la época no pudo informar del asunto. "En la España Nueva no había nada negativo", mantenía el Régimen, que consideraba que "publicar delitos serviría para crear nuevos delincuentes".
Durante años, en las páginas de los diarios sólo aparecían las breves notas de la Dirección General de la Policía, que este caso se limitó a desmentir los rumores. Pero el panorama cambió en 1952 tras ver la luz el semanario El Caso. El "diario de las porteras", tal y como lo llamaron los que durante años lo denostaron, informó durante más de tres décadas de los sucesos de la España real frente a la España oficial que el régimen quería vender. El encuentro BCNegra rinde homenaje a El Caso como fuente de inspiración para escritores del género policiaco, con una mesa redonda y una exposición con algunas de las portadas más destacadas de sus 35 años de vida en el palacio de la Virreina.
El director de cine Pere Costa, uno de los redactores de El Caso, explicó como de sección fija del diario Madrid pasó, de la mano de Eugenio Suárez, a semanario "con la condición de no publicar más de un asesinato español por semana". Los 12.000 ejemplares semanales del primer número fueron creciendo a cientos de miles, aunque su audiencia fue mucho mayor, pues era normal que se leyera en voz alta y en grupo. Costa, autor de la serie de televisión La Huella del Crimen explicó la evolución del semanario desde casos como "El crimen del plantío. Por esta ventana salió la víctima" del primer número, El Caso de la mano cortada, y sobre todo el caso Jarabo, que en 1959 llevó al semanario a vender 400.00 ejemplares, hasta el proceso de Burgos "del que informamos en 1970 con entrevistas a los familiares y a los propios etarras, como ningún otro diario hizo", puntualizó Costa.
El periodista Josep Martí Gómez mencionó otras secciones del semanario como Busque aquí a su padre, precursor de programas de televisión recientes, y explicó el estilo directo y sencillo de sus informaciones. Según Martí en sus páginas "nunca se respeto la presunción de inocencia de nadie", pero con los años creó una marca periodística que sigue siendo un referente del género de sucesos.
Por su parte, el profesor Joaquím Roglan recordó a algunos de los periodistas que trabajaron en El Caso, como Enrique Rubio, Mariano R. Boix y sobre todo, Margarita Landi, que con su inseparable pipa y su revolver, marcó un estilo y una época. Una de las frases favoritas de Landi, según Roglán era: "Agosto, con luna llena y luz rojiza es el ambiente más propicio para que los psicópatas disparen".
En la exposición del Palau de la Virreina pueden verse una veintena de portadas del semanario de todas las épocas y todos los sucesos: el crimen de los Galindos, el secuestro de Quini, el proceso de Burgos, o el asesinato de Puig Antich, además de poder hojear cuatro ejemplares auténticos del semanario.
JOSÉ ÁNGEL MONTAÑÉS
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