Gonzalo Baeza.
(Washington, D.C.)
Tal como hace un tiempo la sucesión de Ian Fleming autorizó al autor Sebastian Faulks revivir a James Bond, ahora es el turno de uno de los personajes señeros de la novela negra, el detective Sam Spade. Protagonista de una sola novela, el clásico El Halcón Maltés (1930) y apenas tres cuentos, el investigador privado Spade se convirtió en un arquetipo de la literatura criminal gracias, en parte, al adusto estilo narrativo que popularizara su creador, Dashiel Hammett.
El "hard boiled", estilo literario característico de buena parte de la novela negra, surgió en las páginas de la clásica publicación pulp "Black Mask" y pese a que los estudiosos coinciden en que el escritor Carroll John Daly es su originador, Hammett fue quien le dio alas con sus relatos de Nick y Nora Charles, el anónimo Continetal Op y Spade. Tal vez por su peculiar biografía, tanto como investigador de la Agencia Pinkerton como miembro del Partido Comunista de Estados Unidos, Hammett supo darle una dimensión social a un género conocido por los artilugios y el racionalismo deductivo de la novela policial inglesa.
Fuente de inspiración para películas, series de radio y cómics, Sam Spade es ahora el protagonista de una precuela de El Halcón Maltés que acaba de aparecer en las librerías estadounidenses. La novela se llama Spade & Archer y fue escrita por Joe Gores, ganador de tres premios Edgar de la asociación de escritores de misterio de Estados Unidos (Mystery Writers of America) y numerosas novelas, entre ellas Hammett, llevada al cine por Wim Wenders, y en que el personaje es nada menos que el creador de Sam Spade.
Fruto de cuatro años de trabajo, Spade & Archer revela parte del pasado del misterioso y moralmente ambiguo Spade en una historia ambientada en el San Francisco de la era de la Prohibición. Sus comienzos como investigador y el origen de su amistad con su colega Miles Archer, de tan funesto destino en las páginas iniciales de El Halcón Maltés, son algunas de las aristas que cubre Gores.
De momento, la novela ha obtenido críticas mayoritariamente positivas. Una de ellas proviene nada menos que de uno de los principales cultores de la novela negra contemporánea y un admirador confeso de Hammett, James Ellroy. En una idiosincrática reseña para Amazon.com que traducimos a continuación, Ellroy comenta Spade & Archer y de pasada da unas bofetadas a su muy despreciado Raymond Chandler así como halagos a Gores por escribir lo que a su juicio es una novela digna de Hammett.
Spade & Archer de Joe Gores, comentada por James Ellroy
Dashiell Hammett falleció en enero de 1961. La editorial Alfred A. Knopf y Joe Gores no pudieron por ende recibir su visto bueno para escribir esta precuela a El Halcón Maltés. Por ese motivo, el anuncio de la editorial acerca de Spade & Archer me enfureció. Knopf lucró en forma desalmada durante el centenario de Raymond Chandler con un volumen de cuentos de Philip Marlowe escritos por diversos escritores contemporáneos de literatura criminal; pensé que un plagio del Halcón sería más de lo mismo. Me alegra decirles que no es así. La primera diferencia es que la sucesión de Hammett autorizó Spade & Archer. La segunda diferencia yace en la singular distinción entre ambos escritores. Chandler fue un florido charlatán fácil de imitar y satirizar. Un caballero lleno de ocurrencias y un caudal constante de similitudes y frases ingeniosas. Un odio intenso hacia la autoridad a menudo expresado en diatribas insípidas y una descarga constante de resentimiento. Chandler escribió acerca del hombre que quería ser. Hammett escribió sobre el hombre en que temía haberse convertido. Chandler revelaba todo lo que Philip Marlowe pensaba. Hammett no describía los procesos mentales de Sam Spade. Los actos y palabras de Spade implicaban quién era. Sus turbias interacciones con una variedad de personajes de carácter mendaz rellenaban los espacios en blanco. Las preguntas rondaban la última página de El Halcón Maltés. No estábamos seguros de cómo este individuo implacable, escéptico y en ocasiones sentimental desarrolló las aptitudes mentales de supervivencia y resiliencia moral para mediar exitosa y ambiguamente los horribles acontecimientos de las páginas anteriores. Queríamos saber cómo – pero Hammett nunca nos lo dijo.
Ahora Joe Gores lo hace. Y al hacerlo, justifica el enriquecimiento de Knopf. Ha escrito una precuela que honra y realza el legendario título que homenajea, y describe hábilmente cómo Sam Spade llegó al callejón existencial sin salida del Pájaro Negro.
Ahora sabemos lo suficiente. Gores es un escritor demasiado hábil y un estudioso de Hammett demasiado diestro como para contarnos todo. Spade & Archer es una novela reveladora que al mismo tiempo juega con sus cartas pegadas al pecho. A Gores se le hicieron dos exigencias: cuenta una historia atractiva y a la vez autónoma, y llévanos donde el Halcón. Dirígenos hacia el quid de las lealtades divididas de Spade y sondea su corazón adúltero. El Halcón Maltés nos dio la muerte de Miles Archer y la tenue resolución del affaire de Spade con Ida Archer. Ahora sabemos más. Los ripios en el alma que apenas percibimos en el Halcón son aún más difíciles de discernir. Comenzamos a comprenderlo. En sus mejores momentos, Spade & Archer es el credo de un estoico en clave de novela policíaca, el anuncio retroactivo de que pronto Hammett inaugurará el estilo hard boiled.
Más que anticuada, esta novela se siente añejada – tal como a menudo Hammett les resulta a los lectores contemporáneos. Gores ha recreado soberbiamente al Hammett que uniera la novela romántica con la novela urbana. El lenguaje de los años 20 es apropiadamente duro y auténtico, apropiadamente pálido al comparársele con el hablar del gángster moderno. Es el lenguaje del Boom. La fachada del tiempo y el lugar pronto comenzará a trizarse. Gores nos está advirtiendo acerca de lo que Hammett implicará para nosotros, pero al final nunca nos predicará. Esta es una muy buena novela. Respetuosa, pero demasiado consciente de las fuentes en que se basa como para ser reverente – Spade & Archer exalta a Dashiell Hammett, codifica el trabajo de su vida y afirma decorosamente las serias intenciones del maestro.
(Washington, D.C.)
Tal como hace un tiempo la sucesión de Ian Fleming autorizó al autor Sebastian Faulks revivir a James Bond, ahora es el turno de uno de los personajes señeros de la novela negra, el detective Sam Spade. Protagonista de una sola novela, el clásico El Halcón Maltés (1930) y apenas tres cuentos, el investigador privado Spade se convirtió en un arquetipo de la literatura criminal gracias, en parte, al adusto estilo narrativo que popularizara su creador, Dashiel Hammett.
El "hard boiled", estilo literario característico de buena parte de la novela negra, surgió en las páginas de la clásica publicación pulp "Black Mask" y pese a que los estudiosos coinciden en que el escritor Carroll John Daly es su originador, Hammett fue quien le dio alas con sus relatos de Nick y Nora Charles, el anónimo Continetal Op y Spade. Tal vez por su peculiar biografía, tanto como investigador de la Agencia Pinkerton como miembro del Partido Comunista de Estados Unidos, Hammett supo darle una dimensión social a un género conocido por los artilugios y el racionalismo deductivo de la novela policial inglesa.
Fuente de inspiración para películas, series de radio y cómics, Sam Spade es ahora el protagonista de una precuela de El Halcón Maltés que acaba de aparecer en las librerías estadounidenses. La novela se llama Spade & Archer y fue escrita por Joe Gores, ganador de tres premios Edgar de la asociación de escritores de misterio de Estados Unidos (Mystery Writers of America) y numerosas novelas, entre ellas Hammett, llevada al cine por Wim Wenders, y en que el personaje es nada menos que el creador de Sam Spade.
Fruto de cuatro años de trabajo, Spade & Archer revela parte del pasado del misterioso y moralmente ambiguo Spade en una historia ambientada en el San Francisco de la era de la Prohibición. Sus comienzos como investigador y el origen de su amistad con su colega Miles Archer, de tan funesto destino en las páginas iniciales de El Halcón Maltés, son algunas de las aristas que cubre Gores.
De momento, la novela ha obtenido críticas mayoritariamente positivas. Una de ellas proviene nada menos que de uno de los principales cultores de la novela negra contemporánea y un admirador confeso de Hammett, James Ellroy. En una idiosincrática reseña para Amazon.com que traducimos a continuación, Ellroy comenta Spade & Archer y de pasada da unas bofetadas a su muy despreciado Raymond Chandler así como halagos a Gores por escribir lo que a su juicio es una novela digna de Hammett.
Spade & Archer de Joe Gores, comentada por James Ellroy
Dashiell Hammett falleció en enero de 1961. La editorial Alfred A. Knopf y Joe Gores no pudieron por ende recibir su visto bueno para escribir esta precuela a El Halcón Maltés. Por ese motivo, el anuncio de la editorial acerca de Spade & Archer me enfureció. Knopf lucró en forma desalmada durante el centenario de Raymond Chandler con un volumen de cuentos de Philip Marlowe escritos por diversos escritores contemporáneos de literatura criminal; pensé que un plagio del Halcón sería más de lo mismo. Me alegra decirles que no es así. La primera diferencia es que la sucesión de Hammett autorizó Spade & Archer. La segunda diferencia yace en la singular distinción entre ambos escritores. Chandler fue un florido charlatán fácil de imitar y satirizar. Un caballero lleno de ocurrencias y un caudal constante de similitudes y frases ingeniosas. Un odio intenso hacia la autoridad a menudo expresado en diatribas insípidas y una descarga constante de resentimiento. Chandler escribió acerca del hombre que quería ser. Hammett escribió sobre el hombre en que temía haberse convertido. Chandler revelaba todo lo que Philip Marlowe pensaba. Hammett no describía los procesos mentales de Sam Spade. Los actos y palabras de Spade implicaban quién era. Sus turbias interacciones con una variedad de personajes de carácter mendaz rellenaban los espacios en blanco. Las preguntas rondaban la última página de El Halcón Maltés. No estábamos seguros de cómo este individuo implacable, escéptico y en ocasiones sentimental desarrolló las aptitudes mentales de supervivencia y resiliencia moral para mediar exitosa y ambiguamente los horribles acontecimientos de las páginas anteriores. Queríamos saber cómo – pero Hammett nunca nos lo dijo.
Ahora Joe Gores lo hace. Y al hacerlo, justifica el enriquecimiento de Knopf. Ha escrito una precuela que honra y realza el legendario título que homenajea, y describe hábilmente cómo Sam Spade llegó al callejón existencial sin salida del Pájaro Negro.
Ahora sabemos lo suficiente. Gores es un escritor demasiado hábil y un estudioso de Hammett demasiado diestro como para contarnos todo. Spade & Archer es una novela reveladora que al mismo tiempo juega con sus cartas pegadas al pecho. A Gores se le hicieron dos exigencias: cuenta una historia atractiva y a la vez autónoma, y llévanos donde el Halcón. Dirígenos hacia el quid de las lealtades divididas de Spade y sondea su corazón adúltero. El Halcón Maltés nos dio la muerte de Miles Archer y la tenue resolución del affaire de Spade con Ida Archer. Ahora sabemos más. Los ripios en el alma que apenas percibimos en el Halcón son aún más difíciles de discernir. Comenzamos a comprenderlo. En sus mejores momentos, Spade & Archer es el credo de un estoico en clave de novela policíaca, el anuncio retroactivo de que pronto Hammett inaugurará el estilo hard boiled.
Más que anticuada, esta novela se siente añejada – tal como a menudo Hammett les resulta a los lectores contemporáneos. Gores ha recreado soberbiamente al Hammett que uniera la novela romántica con la novela urbana. El lenguaje de los años 20 es apropiadamente duro y auténtico, apropiadamente pálido al comparársele con el hablar del gángster moderno. Es el lenguaje del Boom. La fachada del tiempo y el lugar pronto comenzará a trizarse. Gores nos está advirtiendo acerca de lo que Hammett implicará para nosotros, pero al final nunca nos predicará. Esta es una muy buena novela. Respetuosa, pero demasiado consciente de las fuentes en que se basa como para ser reverente – Spade & Archer exalta a Dashiell Hammett, codifica el trabajo de su vida y afirma decorosamente las serias intenciones del maestro.
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