06 febrero 2009

Jake Arnott retrata el Londres de los 60 en 'Delitos a largo plazo'


Elena Hevia


Antes de que una editorial le estampase seis cifras en un cheque por su primera novela, Delitos a largo plazo (Mondadori), el británico Jake Arnott (Buckinghamshire, 1961) había cultivado los más disparatados oficios: modelo para un pintor, celador en una morgue, intérprete del lenguaje de signos. Todo eso cambió hace una década con la aparición y el subsiguiente éxito de la obra en Gran Bretaña, con prestigiosa mini-serie añadida en la BBC. Ahora la novela de Arnott, bien instalado en la lista de los 50 homosexuales más influyentes del reino, se traduce por primera vez al castellano inaugurando la nueva colección Roja & Negra que dirige Rodrigo Fresán.

Delitos a largo plazo retrata con precisión el mundo del hampa en los swinging sixties londineses y tiene como modelo a los brutales pero glamurosos gemelos Kray --The Kinks y el Morrissey de The Smiths les dedicaron canciones--. El autor admite la deuda con los maléficos hermanos pero los desmarca de su protagonista, el gánster Harry Stark. "Él comparte con Ronnie Kray la homosexualidad y su interés por la moda, pero es más inteligente. Los Kray escribieron poemas nauseabundos y por mucho que se convirtieran en leyenda, en el fondo eran unos maleantes de poca monta".

Según su creador, Stark, admirador incondicional de Judy Garland, se instala con pleno derecho en la tradición de hombres de acción gays británicos que se remonta a la era victoriana. "No hay que olvidar que la máquina de vapor, un aparato al que se aplica presión para que luego libere energía, se inventó en Inglaterra", ironiza al tiempo que rechaza la vindicación. "Harry solo aspira a su propia liberación sexual".


COMO LOS SOPRANO


No muy lejos en lo temático de Los Soprano, el libro es anterior al estreno de la serie de los mafiosos de Nueva Jersey. "Sorprendentemente, Tony Soprano y Harry Stark tienen en común la urgencia en legitimarse y la enfermedad mental". Otro de sus hitos es James Ellroy. "Con L. A. Confidential hizo una historia social de Los Ángeles en un periodo explosivo". Algo no muy diferente a las intenciones de la trilogía de la que forma parte la novela --que se completará con Canciones de sangre y Crímenes de película-- para la que reclama como director de una futura adaptación a Almodóvar mientras arruga la nariz ante la posibilidad --más real-- de que lo haga Ex Mr. Madonna, Guy Ritchie.



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