En la quinta entrega del detective Charlie “Bird” Parker, John Connolly nos adentra en un mundo más truculento y misterioso que en anteriores tramas.
Si uno quiere adentrarse rápidamente en la lectura, se tendrá que preparar y sobre todo tener mucha paciencia, ya que el autor se encargará de marear al lector, aunque agradable, de una forma desorbitada. Nos sentaremos delante de nuestro TV u ordenador y observaremos el vídeo que nos regala, bien página web u obsequio al comprar el libro, sobre su aventura en el osario de Sedlec en la República Checa.Gran parte de todo lo que se narra en esta novela, es pura mitología, pero con pasajes reales en la historia de Europa. Los monasterios aún permanecen en pie.
Uno al acabar la lectura se sentirá inquieto y con ganas de visitar el lugar de los hechos.
Para los amantes de este autor negro sobrenatural, esta nueva aventura cambia a mi modo de pensar la lectura que nos ofrecía en anteriores entregas. Ya nadie está a salvo.
Parker es un estigma marcado de por vida, incluso para el autor; que tuvo que hacer un breve descanso y hasta este año no ha vuelto con una trama en que participe tan singular detective.
Empezaremos con “Entre guirnaldas de fuego cayeron los ángeles rebeldes”. Las dos primeras páginas nos engañarán.
Pero pronto comenzará la acción cuando Martha, tía de Louis (amigo de Parker), busca a su hija descarriada por las calles de Nueva York. Pero su hija no aparece. Aunque pregunta por los peores rincones de la ciudad, sólo recibe malas maneras y alguna que otra sorpresa.
No le queda otro remedio que acudir a Louis (protector en teoría de la chica) y que debido a las circunstancias de la vida, no pudo controlarla y vivió su vida. El asesino a sueldo favorito de todos, tras enterarse de la noticia se sume en una catarsis que pondrá toda su vida en alerta roja.
Mientras tanto, su amigo Charlie Parker sigue sufriendo los efectos agitados de su vida y ello repercute en su actual matrimonio. Se va rompiendo a pedazos.
Entre Louis, su pareja Ángel, y el propio Parker empieza la búsqueda de la chica, pero los fantasmas del pasado siguen persiguiendo a los protagonistas. Todo relacionado, todo oscuro, todo lamentable, todo distorsionado.
El riesgo constante de todos los personajes salpica la novela y la ubicuidad de los mismos genera un revoltijo emocional; en cada una de las piezas de este enigmático ajedrez nos van facilitando las pistas.La traslación de siglos, con barbaries de todas índoles para guardar unas enigmáticas cajas metálicas que dentro guardan un trozo de vitola que servirá para encontrar un Ángel Negro.
Subastas, osarios, esculturas terribles, demonios y seres abominables dirigirán la trama en una persecución sin cuartel por toda la geografía americana y parte de la europea.
La particular visión-denuncia de los Crímenes de Juárez, el narcotráfico fronterizo, la prostitución, el proxenetismo y el tráfico de armas son una buena manera de consumir las páginas hasta el final, donde comenzó todo, Sedlec, pero cuándo...
Si uno quiere adentrarse rápidamente en la lectura, se tendrá que preparar y sobre todo tener mucha paciencia, ya que el autor se encargará de marear al lector, aunque agradable, de una forma desorbitada. Nos sentaremos delante de nuestro TV u ordenador y observaremos el vídeo que nos regala, bien página web u obsequio al comprar el libro, sobre su aventura en el osario de Sedlec en la República Checa.Gran parte de todo lo que se narra en esta novela, es pura mitología, pero con pasajes reales en la historia de Europa. Los monasterios aún permanecen en pie.
Uno al acabar la lectura se sentirá inquieto y con ganas de visitar el lugar de los hechos.
Para los amantes de este autor negro sobrenatural, esta nueva aventura cambia a mi modo de pensar la lectura que nos ofrecía en anteriores entregas. Ya nadie está a salvo.
Parker es un estigma marcado de por vida, incluso para el autor; que tuvo que hacer un breve descanso y hasta este año no ha vuelto con una trama en que participe tan singular detective.
Empezaremos con “Entre guirnaldas de fuego cayeron los ángeles rebeldes”. Las dos primeras páginas nos engañarán.
Pero pronto comenzará la acción cuando Martha, tía de Louis (amigo de Parker), busca a su hija descarriada por las calles de Nueva York. Pero su hija no aparece. Aunque pregunta por los peores rincones de la ciudad, sólo recibe malas maneras y alguna que otra sorpresa.
No le queda otro remedio que acudir a Louis (protector en teoría de la chica) y que debido a las circunstancias de la vida, no pudo controlarla y vivió su vida. El asesino a sueldo favorito de todos, tras enterarse de la noticia se sume en una catarsis que pondrá toda su vida en alerta roja.
Mientras tanto, su amigo Charlie Parker sigue sufriendo los efectos agitados de su vida y ello repercute en su actual matrimonio. Se va rompiendo a pedazos.
Entre Louis, su pareja Ángel, y el propio Parker empieza la búsqueda de la chica, pero los fantasmas del pasado siguen persiguiendo a los protagonistas. Todo relacionado, todo oscuro, todo lamentable, todo distorsionado.
El riesgo constante de todos los personajes salpica la novela y la ubicuidad de los mismos genera un revoltijo emocional; en cada una de las piezas de este enigmático ajedrez nos van facilitando las pistas.La traslación de siglos, con barbaries de todas índoles para guardar unas enigmáticas cajas metálicas que dentro guardan un trozo de vitola que servirá para encontrar un Ángel Negro.
Subastas, osarios, esculturas terribles, demonios y seres abominables dirigirán la trama en una persecución sin cuartel por toda la geografía americana y parte de la europea.
La particular visión-denuncia de los Crímenes de Juárez, el narcotráfico fronterizo, la prostitución, el proxenetismo y el tráfico de armas son una buena manera de consumir las páginas hasta el final, donde comenzó todo, Sedlec, pero cuándo...
Por José Andrés Espelt
1 comentario:
Soy seguidora fiel de la serie policiaca de Charlie Parker y tengo que confesar que esta última novela me decepcionó profundamnete, no me ha conseguido enganchar en ningún momento, aún asi le concedo a Connolly el beneficio de la duda y espero leer pronto su última obra.
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