Tal como reza en la contraportada, este libro nos depara una novela en que nos descubre un Hollywood cruel, competitivo, lleno de vidas truncadas.
Luces de Hollywood se puede considerar una obra social, en la que las personas navegan por ese submundo tantas veces retratado en la gran pantalla, y que a pesar de todo sigue siendo el eje principal de los sueños de muchas personas, que se desplazan inconscientemente hacia un lugar donde averiguaran que la vida es mucho más dura que en las películas, y que para ser estrella, no sólo basta un golpe de suerte.
La narración del autor es una llamada para denunciar este hecho, los arranques, no olvidemos que fue colaborador y guionista de Raoul Walsh y Nicholas Ray, son duros y sacan a la luz las vergüenzas de todos los escalafones que forman ese circulo vicioso que es el cine.
Durante meses y meses del año 38, nuestros protagonistas esperan ser escogidos entre los diez mil extras que pululan por las calles de Hollywood, con ilusión pero sin muchas posibilidades.
Mona Mathews y Ralph Carlston, no se desesperan en encontrar su oportunidad y ver un sueño imposible cumplirse; entrar en el séptimo arte desde abajo, como cuentan todas las leyendas de los grandes actores.
Ella perderá a su mejor amiga y Ralph no sabrá aprovechar su oportunidad, el capricho de una señora madura de Hollywood y que le resolvería la vida.
Pero ambos tienen en común una cosa, que a pesar de la humillación se tiene que seguir luchando, aunque se tropiece dos veces con la misma piedra.
Como anécdota decir que el título original traducido nos da una idea de lo que nos encontramos “Debería haberme quedado en casa”.
LUCES DE HOLLYWOOD
HORACE MCCOY
BRUGUERA 1980
155 PÁGINAS.
Luces de Hollywood se puede considerar una obra social, en la que las personas navegan por ese submundo tantas veces retratado en la gran pantalla, y que a pesar de todo sigue siendo el eje principal de los sueños de muchas personas, que se desplazan inconscientemente hacia un lugar donde averiguaran que la vida es mucho más dura que en las películas, y que para ser estrella, no sólo basta un golpe de suerte.
La narración del autor es una llamada para denunciar este hecho, los arranques, no olvidemos que fue colaborador y guionista de Raoul Walsh y Nicholas Ray, son duros y sacan a la luz las vergüenzas de todos los escalafones que forman ese circulo vicioso que es el cine.
Durante meses y meses del año 38, nuestros protagonistas esperan ser escogidos entre los diez mil extras que pululan por las calles de Hollywood, con ilusión pero sin muchas posibilidades.
Mona Mathews y Ralph Carlston, no se desesperan en encontrar su oportunidad y ver un sueño imposible cumplirse; entrar en el séptimo arte desde abajo, como cuentan todas las leyendas de los grandes actores.
Ella perderá a su mejor amiga y Ralph no sabrá aprovechar su oportunidad, el capricho de una señora madura de Hollywood y que le resolvería la vida.
Pero ambos tienen en común una cosa, que a pesar de la humillación se tiene que seguir luchando, aunque se tropiece dos veces con la misma piedra.
Como anécdota decir que el título original traducido nos da una idea de lo que nos encontramos “Debería haberme quedado en casa”.
LUCES DE HOLLYWOOD
HORACE MCCOY
BRUGUERA 1980
155 PÁGINAS.
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