Domingo masivo, es el día menos idóneo para buscar firmas de autores.
Jornada dedicada al Salón visto por un niño; y por un padre que es un niño.
Recorremos los pasadizos buscando superhéroes que fotografiar, nos encontramos con el Ejercito Imperial al mando de Darth Vader.
El pequeño hace sus dibujos en Dibus, y recibe su recompensa.
Naturalmente no tiene el aguante de los mayores, y se cansa, pero su cara refleja ilusión, exactamente la misma que la de su padre.
Con solo 7 años, lleva dos salones, y espera llegar a los muchos que llevo yo.
Aguanta un poco más que ya acabamos ... esa suele ser la palabra de los padres.
Visitamos el espacio de Fanzines, y adquiero como cada año unos cuantos, allí es donde está la fiesta, la salsa del salón, muchos autores hace unos años recorrían este apartado y ahora están en otros stands. La larga cantera de sueños.
Cuando salgo miro hacía atrás con cierta melancolía, aunque queda ya menos para el próximo Salón, uno no puede olvidar toda la semana de prisas, de colas, de amigos, etc.
Nada más me queda dar las gracias a la Organización del evento, a IMAGO y todo su equipo, y a las muchas personas que he conocido durante estos días que se dedican en cuerpo y alma a nuestro mundo, EL CÓMIC.
Bienvenido sea el 26º Salón del Cómic de Barcelona.
2 comentarios:
Qué recuerdos me vienen a la mente de cuando teníamos la edad de tu hijo, cuando nos lo pasabamos pipa, sin preocupaciones ni problemas, siendo capaces de imaginar lo inimaginable, de ser capaces de recrear muchas veces nuestras fantasias que para nosotros se volvían realidad y de ser, en definitiva, felices, que de eso se trataba.
Y una vez se llega por fin a la madurez del adulto, reconforta que, de vez en cuando, seamos capaces de disfrutar como un niño. No perdamos nunca el niño que llevamos dentro. Es el que siempre será capaz de hacernos soñar.
Nos vemos el año que viene.
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