Algunas veces, cuando rabio de dolor, solamente me tengo que fijar en novelas como la presente, para disimular una sonrisa de alivio. Y es que, esta obra breve llegada de la Patagonia es el regalo perfecto para el hastío. Un policial corto de raíz, de un lugar desconocido, muy alejado, pero muy concentrado, de pura cepa, divertimiento, amistad y de personajes “bienaventurados”.
El Gordo Andrés es un ex presidiario, tímido, buena persona, que regresa a su barrio después de estar encerrado en la cárcel dos años.
El Gordo Andrés es un ex presidiario, tímido, buena persona, que regresa a su barrio después de estar encerrado en la cárcel dos años.
Sus intentos por encauzar su vida, rápidamente se tornaran debido al ambiente mafioso de su barrio, y en especial con su antiguo socio, Juancito. Nuestro personaje se encuentra entre dos mundos, volver al malevaje o seguir los consejos de su hermano Roberto, un evangelista creyente que trata de enderezarlo y tenderle el buen camino.
Mientras, Andrés escuchará sus cintas de Metal y soñará con la chica del autobús. La vida de Bariloche en sus mejores ochenta páginas.
El Oso seguirá su consejo. El mío, una novela a conseguir.
“El negro Peña seguía en terapia intensiva. Los médicos le habían extraído otro metro de tripas y decían que de esta no zafaba.”
Por José Andrés Espelt
El Oso
Emilio Di Tata Roitberg
Letras de la Patagonia 2010
T.E.L. 1 Hora Mágica
No hay comentarios:
Publicar un comentario