21 noviembre 2008

STUART M. KAMINSKY por Jokin Ibáñez


El otro día me llaman por teléfono y me dicen:
- ¿Qué sabes de Stuart Kaminsky? ¿Te gusta Toby Peters?
Me quedo en silencio y cuelgo. ¡Vaya! Un aparecido. Llevaba tiempo sin saber de este tío. Me acerco a las estanterías. A la K de Kaminsky y allí están. Los veo un poco polvorientos, recubiertos de una pequeña capa que delata su escaso uso y que el plumero semanal no logra despejar del todo. Hay varios libros, ocho exactamente, todos editados en un corto espacio de tiempo, saturándote, sin darte tiempo a poder ahorrar para leer. Y después, el diluvio (el silencio, quiero decir).
De los ocho libros, siete están protagonizados por Toby Peters, detective privado, y el otro por Porfiry Petrovich Rostnikov, inspector jefe de la policía de Moscú.
Toby Peters es detective privado al más puro estilo hard boiled. Tiene un pasado como policía, empleado de seguridad y guardaespaldas, pero es un marginal. Un día recibe la llamada de la Warner Brothers y comienza a dar la cara y resolver los problemas de los famosos de Hollywood, ya que las novelas en que aparece tienen como co-protagonistas personajes reales de todos conocidos: Errol Flyn, Judy Garland, los hermanos Marx, Bela Lugosi, Eleanor Roosevelt, Joe Louis y Albert Einstein (que son las editadas en castellano, pero hay más como Dalí, Peter Lorre, Gary Cooper y Chaplin, entre otros).
Toby Peters se llama en realidad Tobias Leo Pevsner, su oficina está en la consulta de un dentista, está divorciado y tiene un hermano policía, teniente ascendido a capitán posteriormente. Típico y tópico en un detective privado que se precie.
El acierto de la serie (incompleta y a salto de mata, en castellano) es el mundo de Hollywood. Historias de famosos que conocemos y que fácilmente hace que nos integremos en el relato. Aunque la estructura de éste sea, en todas la novelas, de sota, caballo y rey: personajes habituales, resolución del caso junto con el famoso de turno y llamada telefónica final anunciando quién es el próximo conocido que le contrata. Pero te lo pasas en grande en el Hollywood clásico, aunque a veces cambie de localización, como el New York con Albert Einstein.
El otro personaje de Kaminsky es Porfiry Petrovich Rostnikov, del que sólo se ha traducido (que yo sepa) una novela, Camaleón rojo. Un intento de crear un procedural en la misma Unión Soviética. Hay alguna novela más sobre este policía, pero...
Stuart M. Kamisnky ha escrito numerosos artículos y ensayos sobre cine, es un enamorado del séptimo arte, tal como deja traslucir en sus novelas e incluso escribió el guión de Érase una vez en América, de Sergio Leone.
Las novelas traducidas al castellano y que se editaron en su momento son:
Disparen sobre Errol Flyn (Bullet For A Star. 1977) (Editorial Júcar. 1987)
Judy (Murder On The Yellow Brick Road. 1977) (Editorial Júcar. 1986)
Los hermanos Marx en apuros (You Bet Your Life. 1978) (Editorial Júcar. Junio 1988)
Jamás te cruces con un vampiro (Never Cross A Vampire. 1980) (Ediciones Forum. 1983)
El factor Fala (The Fala Factor. 1984) (Editorial Júcar. Noviembre 1987)
Joe Louis, 10 y K.O. (Down For The Count.1985) (Editorial Júcar. Diciembre 1988)
Camaleón rojo (Red Chameleon. 1985) (Ediciones B. Marzo 1987)
Movimientos inteligentes (Smart Moves.1986) (Editorial Júcar. Marzo 1991)

Pidamos al que corresponda que ponga a trabajar a los traductores. ¿A quién no le apetece un Kaminsky?
Si quieres saber más, en el número 2 de Prótesis. Publicación consagrada al crimen tienes un artículo sobre Stuart M. Kaminsky. Que aproveche.

Jokin Ibáñez.
Bilbao, octubre 2004