Planteada como una novela negra alejada de convencionalismos en la que sus cien últimas páginas fluyen de forma vertiginosa hasta dar de bruces con la verdad acerca de la misteriosa desaparición de Trémulo Ardiles (protagonista a su pesar de la obra), Los lentos pasos que nos han traído hasta aquí es mucho más que eso. Utiliza la inaudita barbarie con la que el ser humano se relaciona con sus congéneres, y las devastadoras consecuencias de la misma, para dejar al desnudo la sinrazón de tanta violencia desatada. Una vez leída la última línea del libro, adquiere aún más sentido la cita de Mark Twain con la que ésta echa a andar: “El hombre es un experimento; el tiempo demostrará si valía la pena”; o la sentencia con la que el autor concluye su breve nota preliminar: “Después de que hayan leído estos episodios que se suceden a lo largo de más de setenta años, tal vez puedan responder a una pregunta que a priori resulta simple como la primera gota de lluvia en la nariz. ¿Y dónde está el amor?”
Las páginas de Los lentos pasos que nos han traído hasta aquí contienen aventura, cotidianidad, magia y nostalgia, esoterismo…, y todo ello mana, como un río desbordado, hasta una lamentable realidad: otra vez el ser humano contra el ser humano.
Los lentos pasos que nos han traído hasta aquí
Juan Marchán
EugenioCanoEditor 2010
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