24 noviembre 2006

Continua la guerra fría


Sigue la guerra fría por lo menos aquí en Europa. El ex-espía ruso Alexander Litvinenko, murió esta noche tras asegurar que había sido envenado con talio iradiado, éste estaba investigando la muerte de la periodista Anna Politkovskaya.

Según el mismo fue envenado en una reunión secreta que tuvo el pasado 1 de Noviembre con dos contactos rusos, tras cenar en un restaurante con Mario Scaramella, un experto en seguridad secreta. Según afirmó Scaramella se había reunido con Litvinenko para enseñarle algunos correos electrónicos en los que se identificaba a los asesinos de la periodista Anna Politkovskaya.
Todo este desenlace parece darle “razón” al fallecido el cual aseguraba, que los servicios secretos soviéticos seguían funcionando a pleno rendimiento, y los acusaba de varios atentados contra bloques de viviendas en Moscú en 1999. Litvinenko decía que gracias a ellos Putin había logrado el poder.
Litvinenko, ex-agente del Servicio Federal de Seguridad , refugiado en el Reino Unido desde el año 2000, siempre defendió la teoría de que el espionaje ruso fue el encargado de provocar su muerte, por sus críticas a Putin, también ex agente del KGB.
Según indicó hace tres días el magnate ruso Boris Berezovsky, también opositor al Kremlin, tras visitar al enfermo, aseguró que el mismo servicio donde trabajaba el ex agente, había conspirado para asesinarle.
El Servicio de Espionaje Exterior (SVR) de Rusia, ha negado cualquier implicación en el aparente envenenamiento de Alexander Litvinenko.

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