La rebeldía del joven Edward Bunker, criado en hogares de acogida, escuelas militares y reformatorios de los
que continuamente escapaba por su visceral rechazo a una autoridad a menudo arbitraria, lo convirtió con
dieciséis años en el preso más joven de la tristemente célebre prisión de San Quintín. Ni un coeficiente
intelectual muy por encima de la media, ni la ayuda de Louise Wallis, esposa del magnate de Hollywood Hal
Wallis, lograron encauzar a un joven impulsivo fascinado por los bajos fondos y la noche de Los Ángeles. Solo
su pasión por la lectura ―durante los dieciocho años que pasó entre rejas leyó sin descanso―, y su
perseverancia en la escritura, acabaron apartándolo de una vida destinada al crimen. Tras la publicación de su
primera novela (la séptima que había escrito, No hay bestia tan feroz) en 1973, Eddie Bunker ―el señor Azul
de Reservoir Dogs― no volvería a pisar el duro cemento de una cárcel y se convertiría en un escritor de culto
en medio mundo, admirado por James Ellroy, William Styron, Quentin Tarantino o Steve Buscemi.
La
educación de un ladrón es el apasionante y sincero relato de una vida fuera de lo común, y de la ley, con un
final que el recluso A20284 nunca habría imaginado.
La salvaje autobiografía de un criminal y escritor de culto.
«Las descarnadas memorias de un hombre implacable.» The New York Times
La educación de un ladrón
Edward Bunker.
Traducción: Montserrat Gurguí y Hernán Sabaté
Prólogo: Kiko Amat
Sajalin Ediciones 2015
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