29 octubre 2009

Bares Nocturnos/ Juan Madrid


Silverio trabaja en una agencia de detectives a cuyo dueño detesta. No hace más que pasarle casos de cobro a morosos a quien siempre tiene acabar aclarando que las deudas se pagan sí o sí, aunque para ello tenga que recurrir a sus dotes de ex boxeador.
Ante tal panorama, Silverio acabará aceptando participar en algo que puede complicarle mucho la vida a amén de poner en riesgo su reciente relación con Helena, una estudiante algo paranoica y celosa. Una monja misionera y un delincuente convicto con quien Silverio compartió cárcel le propondrán un trabajo con el que aparentemente hay mucho que ganar y poco que perder. Además, el fin es justo: robar unos diamantes para entregarlos a una ONG que coopera en África. Aunque realmente lo que moverá a Silverio a aceptar el encargo es evitar que el Burbujas, un bar nocturno de los que ya no quedan, tenga que cerrar.
Mientras, en la suite de un lujoso hotel madrileño, Abdalá Zarkawi, un ex militar africano, espera un cargamento de más de veinte millones de euros en diamantes que no le pertenecen. La protección que le ofrecerá el obediente Zaki Ngoro, un antiguo guerrero soma, ha de garantizar el éxito de la operación.
El plan parece fácil. Entrar en la habitación de un hotel, coger los diamantes y largarse. Nada complicado para Silverio. Pero muchas cosas no resultarán lo que parecen y otras no saldrán como estaba previsto.



Bares Nocturnos
Juan Madrid
Edebé 2009

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