Sin duda alguna, Peter James conoce perfectamente el delicado engranaje del suspense. La formula, al menos en el cine, la practicó con enorme precisión un compatriota suyo, Sir Alfred Hitchcock. Bien, pues debe ser el clima, la genética o simplemente el aprendizaje por contagio, pero este escritor y productor de cine de Brighton ha sabido elevar las magnificas expectativas que generó su desquiciante primera publicación en España “Una muerte sencilla” para con su narrativa precisa y escogida deleitar a los amantes del desasosiego con esta su segunda entrega.
¿Quién podría resistir la tentación y dejar abandonado en el asiento de al lado un cd que algún otro viajero dejo ocasionalmente? Tom Bryce lo recoge e intenta averiguar a quien pertenece cometiendo el mayor error de su vida. Al abrir el cd, contempla estupefacto que contiene unas horribles imágenes de lo que parece ser una película snaff, si, de esas en las que la barbarie humana da salida a todos sus instintos para el deleite de algunas morbosos enfermos de vísceras y sufrimiento real. Tom, no se atreve a dar ni un solo paso, pero será la determinación de su esposa Kelly, lo que los llevará a declarar ante la policía.
Roy Grace, el triste policía, firme creyente en las artes ocultas y amargado por sus propios demonios personales que ya conociéramos en “Una muerte sencilla”, será el encargado de llevar la investigación para descubrirnos que evidentemente detrás de todo esto no puede estar un simple delincuente.
La trama, completamente actual engancha al lector desde el primer capitulo, Tom y Kelly personajes corrientes de nuestro entorno habitual están perfectamente descritos, hasta tal punto que cualquiera de nosotros puede identificarse con alguno de sus comportamientos, manías o discusiones, pero es que además, el estresante ritmo que va adquiriendo el relato en contraste con la lectura relajada que puedes ir haciendo de la cotidianeidad, desborda la paciencia del lector hasta devorar con inusitada desmesura las últimas hojas del libro para conocer su inquietante desenlace.
Roy Grace, el triste policía, firme creyente en las artes ocultas y amargado por sus propios demonios personales que ya conociéramos en “Una muerte sencilla”, será el encargado de llevar la investigación para descubrirnos que evidentemente detrás de todo esto no puede estar un simple delincuente.
La trama, completamente actual engancha al lector desde el primer capitulo, Tom y Kelly personajes corrientes de nuestro entorno habitual están perfectamente descritos, hasta tal punto que cualquiera de nosotros puede identificarse con alguno de sus comportamientos, manías o discusiones, pero es que además, el estresante ritmo que va adquiriendo el relato en contraste con la lectura relajada que puedes ir haciendo de la cotidianeidad, desborda la paciencia del lector hasta devorar con inusitada desmesura las últimas hojas del libro para conocer su inquietante desenlace.
Peter James se consagra dentro de la literatura policial como un autor interesante, preciso y necesario, sobre todo cuando nos enteramos que esta historia de ficición tuvo su origen en un hecho real que le sucedió al autor cuando un policía acudió a él como productor cinematográfico, para que les ayudase a discernir si el cortometraje que acababan de confiscar, en el que se mostraba a una muchacha siendo apuñalada, era ficción o realidad.
En definitiva, si son amantes del suspense, la intriga y las uñas mordidas, no duden que Una muerte prevista es su novela y Peter James su autor.
En definitiva, si son amantes del suspense, la intriga y las uñas mordidas, no duden que Una muerte prevista es su novela y Peter James su autor.
Una Muerte Prevista
Peter James
Roca Editorial 2007
Por José Ramón Gómez Cabezas
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