07 noviembre 2007

Palau Robert / Exposición: Con Manuel Vázquez Montalbán (2)


Un texto sobre su actividad periodística


"Yo creo que en realidad sólo he cultivado dos géneros, la crónica y el poema. Si algún libro pudiera parecer teatro o novela es por un mero tic formal". Eso decía, en 1974, quien ha sido un referente para la profesión periodística de los últimos cuarenta años: como teórico de la información y de la comunicación -su primer libro, de 1963, es todo un clásico: Informe sobre la información- y como periodista en todos los ámbitos, desde todos los registros y en todos los medios, especialmente en la prensa escrita (diarios y revistas). Inició los años sesenta colaborando en La Solidaridad Nacional, de la Prensa del Movimiento, y acabó convertido en columnista de referencia de El País. Antes, había pasado por Triunfo, con pseudónimos de todo tipo, La calle, Hermano Lobo o el grupo Z antes de fundar, con Jaume Perich, Por Favor, y antes de convertir al tímido que había sido en el entrevistador audaz de Un polaco en la corte del rey Juan Carlos o de Mis almuerzos con gente inquietante, en el cronista de la visita del Papa a la Cuba de Fidel o en el encuentro en un lugar secreto con el Subcomandante Marcos. En definitiva, en el viajero que da la vuelta al mundo.


CITACIÓN INICIO 2a PARTE DE LA EXPOSICIÓN


Una antiquísima tribu, los yanomamis, que habitan la selva amazónica, lugar de sudor y moscas, practican un extraño canibalismo: se comen entre todos a sus propios muertos, pero tras reducirlos a ceniza, en una fogata que consume no sólo el cuerpo del muerto sinó cuanto le pertenecía, desde el arco al sucinto taparrabos. Mezclan las cenizas con plátano y se las van tragando, a la vez que procuran olvidar el nombre del muerto, que jamás debe ser pronunciado por nadie; hay que borrar todo rastro de su ser y toda memoria de su persona, para que "el olvidado" pueda traspasar el umbral de "La casa del Trueno", es decir, el cielo, el Paraíso."María del Carmen Soler,Gracia y justicia en los manjares.


"La cocina es una metáfora ejemplar de la hipocresía de la cultura. El llamado arte culinario se basa en un asesinato previo, con toda clase de alevosías. Si ese mal salvaje que es el hombre civilizado arrebatara la vida de un animal o planta y comiera los cadáveres crudos, sería señalado con el dedo como un monstruo capaz de bestialidades estremecedoras. Pero si ese mal salvaje trocea el cadáver, lo marina, lo adereza, lo guisa y se lo come, su crimen se convierte en cultura y merece memoria, libros, disquisiciones, teoría, casi una ciencia de la conducta alimentaria. No hay vida sin crueldad. No hay historia sin dolor."Manuel Vázquez Montalbán,Contra los gourmets

Información de la Exposición

No hay comentarios: