Los asuntos internos pueden estar referidos tanto a la institución policial como a una familia, los dos territorios transitados en este libro de cuentos del cordobés David Voloj.
En 2009, el Fondo Nacional de las Artes otorgó el Primer Premio a David Voloj por el libro de cuentos Asuntos internos, aunque en ese momento bajo el título de Perspectivas. Este cambio de nombre no parece intentar excluir a ninguno de los dos sentidos que cada uno de ellos le otorga. Por el contrario, ambos contribuyen a contener temáticamente la totalidad de los relatos de este atrayente libro.
El primer conjunto de relatos se ve agrupado bajo el título “Padres e hijos”, otorgándoles una identidad a los tres textos que lo integran. Las fibras más íntimas de las historias familiares son tratadas por Voloj de una manera que hace difícil despegar la vista de cada uno de ellos hasta llegar a finalizarlos. Así encontramos en el primero de ellos a “Gente con problemas”: la narración inocente de un niño que expresa la profunda tristeza que existe en su familia en una Nochebuena, describiéndola como si fuese una rutina sin esperanza de cambio, aceptada por cada uno de sus integrantes, pero con un final que no escapará a la ternura. También en “Mascotas” todo parece empeorar en el seno familiar luego de un divorcio con hijos pequeños involucrados. Este relato muestra cómo la nueva realidad se irá construyendo a partir de un giro muy original en la historia. Por último nos encontramos con “Body Art”, un contundente ejemplo que nos indica de manera atrapante los pasos cortos pero seguros de una venganza que no se guardará nada ante el lector: “Todos los seres humanos somos frágiles en algún punto; sólo es preciso buscar el defecto en la armadura y, llegado el momento, hundir la espada”.
Los cinco relatos que conforman la segunda parte integran una especie de novela negra –al mejor estilo de policial urbano de Raymond Chandler– en la cual Voloj explica, en cada uno de ellos, una perspectiva diferente de la misma historia. Bajo el nombre de “Asuntos internos” estos relatos detallan las tareas de un grupo de policías corruptos y sus negocios frente a las redes de prostitución que ellos mismos regentean. Este parece ser el punto crucial por donde los dos títulos tienden a fundirse en uno, ya que Asuntos Internos también se considera a la fuerza policial que controla a la misma institución desde adentro. Además, el autor ofrece una dirección web (http://www.bonus-tale.blogspot.com/) que permite seguir leyendo diferentes “perspectivas” que no aparecen incluidas en la edición impresa, convirtiendo a este segmento policial en una suma de subjetividades interesantes que ofrecen múltiples aristas.
En Asuntos internos, David Voloj (nacido en Córdoba, licenciado en Letras que ha publicado ya Letras modernas y relatos en diversos medios) apunta a la intimidad de las relaciones, ya sea en el seno familiar o de una institución policial, haciendo transitar a sus personajes por un derrotero vertiginoso hasta llegar frente a su encrucijada personal, rozando límites impensados por ellos.
La tapa de esta primera edición nos muestra el rostro de un mimo –pintura “Mimo”, cortesía de Pablo López– que manifiesta un ojo abierto y otro tapado por su mano. Un ojo para lo que se ve, y otro para la interioridad y lo latente. Este conjunto de relatos parece escrito desde la visión de este segundo ojo, mostrando una crudeza que puede resultar atrayente para el lector.
Por Martin Kasañetz
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-4344-2011-07-18.html
En 2009, el Fondo Nacional de las Artes otorgó el Primer Premio a David Voloj por el libro de cuentos Asuntos internos, aunque en ese momento bajo el título de Perspectivas. Este cambio de nombre no parece intentar excluir a ninguno de los dos sentidos que cada uno de ellos le otorga. Por el contrario, ambos contribuyen a contener temáticamente la totalidad de los relatos de este atrayente libro.
El primer conjunto de relatos se ve agrupado bajo el título “Padres e hijos”, otorgándoles una identidad a los tres textos que lo integran. Las fibras más íntimas de las historias familiares son tratadas por Voloj de una manera que hace difícil despegar la vista de cada uno de ellos hasta llegar a finalizarlos. Así encontramos en el primero de ellos a “Gente con problemas”: la narración inocente de un niño que expresa la profunda tristeza que existe en su familia en una Nochebuena, describiéndola como si fuese una rutina sin esperanza de cambio, aceptada por cada uno de sus integrantes, pero con un final que no escapará a la ternura. También en “Mascotas” todo parece empeorar en el seno familiar luego de un divorcio con hijos pequeños involucrados. Este relato muestra cómo la nueva realidad se irá construyendo a partir de un giro muy original en la historia. Por último nos encontramos con “Body Art”, un contundente ejemplo que nos indica de manera atrapante los pasos cortos pero seguros de una venganza que no se guardará nada ante el lector: “Todos los seres humanos somos frágiles en algún punto; sólo es preciso buscar el defecto en la armadura y, llegado el momento, hundir la espada”.
Los cinco relatos que conforman la segunda parte integran una especie de novela negra –al mejor estilo de policial urbano de Raymond Chandler– en la cual Voloj explica, en cada uno de ellos, una perspectiva diferente de la misma historia. Bajo el nombre de “Asuntos internos” estos relatos detallan las tareas de un grupo de policías corruptos y sus negocios frente a las redes de prostitución que ellos mismos regentean. Este parece ser el punto crucial por donde los dos títulos tienden a fundirse en uno, ya que Asuntos Internos también se considera a la fuerza policial que controla a la misma institución desde adentro. Además, el autor ofrece una dirección web (http://www.bonus-tale.blogspot.com/) que permite seguir leyendo diferentes “perspectivas” que no aparecen incluidas en la edición impresa, convirtiendo a este segmento policial en una suma de subjetividades interesantes que ofrecen múltiples aristas.
En Asuntos internos, David Voloj (nacido en Córdoba, licenciado en Letras que ha publicado ya Letras modernas y relatos en diversos medios) apunta a la intimidad de las relaciones, ya sea en el seno familiar o de una institución policial, haciendo transitar a sus personajes por un derrotero vertiginoso hasta llegar frente a su encrucijada personal, rozando límites impensados por ellos.
La tapa de esta primera edición nos muestra el rostro de un mimo –pintura “Mimo”, cortesía de Pablo López– que manifiesta un ojo abierto y otro tapado por su mano. Un ojo para lo que se ve, y otro para la interioridad y lo latente. Este conjunto de relatos parece escrito desde la visión de este segundo ojo, mostrando una crudeza que puede resultar atrayente para el lector.
Por Martin Kasañetz
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-4344-2011-07-18.html
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