04 febrero 2010

John Connolly: «En todos nosotros hay una parte oscura»




ELENA HEVIA        FOTO: GUILLERMO MOLINER

BARCELONA

Dos visitantes muy negros. El irlandés John Connolly y el islandés Arnaldur Indridason, el gótico Maine del primero y la gélida Reikiavik del segundo, fueron ayer las estrellas de la tercera jornada del festival BCNegra. Hoy, el escocés Ian Rankin recibirá (19 h.) el quinto premio Pepe Carvalho en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona. El escritor, que ha jubilado a su inspector John Rebus, tendrá un encuentro con los lectores mañana, en La Capella de la calle del Hospital (17.30 h.)

–¿Qué hace un autor irlandés escribiendo novela negra norteamericana?

–Somos lo que leemos y yo me pasé la adolescencia con los libros de Ross MacDonald. Además, la novela negra irlandesa apenas existe y no me apetecía meterme en ese jardín.


–Porque...

–Porque si lo haces te ves obligado a hablar del terrorismo y sus víctimas. Algo que afecta a todos los aspectos de la vida en Irlanda, incluyendo la delincuencia. Si alguien allí decide atracar un banco necesariamente tendrá que comprar armas al IRA. Es una realidad demasiado incendiaria y cambiante.


–Pero sí hay un aspecto inequívocamente irlandés en su obra, y es la inclusión de lo sobrenatural.

–No quería hacer un clon de la novela americana, por eso le añadí una vena fantástica. Los grandes novelistas góticos, Charles Maturin, Sheridan Le Fanu y Bram Stoker, eran angloirlandeses. Así que supongo que esta conexión con lo mítico es muy irlandesa.


–A los puristas del género les molesta que su detective se codee con fantasmas.

–En general, los lectores de novela negra son muy conservadores. Detestan las novelas de terror porque las raíces de la novela negra están en el racionalismo y lo sobrenatural es su antítesis. Sin embargo, yo estoy convencido de que lo más interesante de cualquier arte siempre sucede en los márgenes.


–Pero también hay una interpretación racional para su protagonista: está loco.

–Más bien es un hombre que se ha roto por dentro a causa de una desgracia. Pero en Los amantes, esta nueva novela, otro personaje tiene las mismas visiones de Parker.


–¿Por qué maltrata tanto a su héroe? Le hace vivir situaciones dantescas.

–No soy un sádico. El género negro te lleva a las tinieblas sin peligro. Nos atrae porque en todos nosotros hay una parte oscura. Como autor tengo una gran responsabilidad, no se puede hacer una elaboración fácil de la violencia; sino es pura pornografía.


–En Los amantes Parker investiga sobre la muerte de su padre. El suyo también murió cuando usted era joven.

–Yo no me llevaba bien con mi padre y él falleció en el momento en el que dejamos de discutir. Su figura se ha filtrado en todos mis libros.

 
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