12 diciembre 2007

Entrevista a Francisco González Ledesma en Siglo XXI


'A Silver Kane le estoy muy agradecido: con él aprendí el oficio y me hizo sentir escritor'



Herme Cerezo / SIGLO XXI



¿Qué es 'Una novela de barrio'?'



Una novela de barrio' es ante todo una novela sincera. Yo nací en el Poble Sec, el barrio de Serrat, al lado del Paralelo, un barrio pobre. Allí conocí la guerra, las bombas, el hambre, todo lo malo pero también todo lo bueno como el valor de la solidaridad. En el Poble Sec todo el mundo ayudaba a todo el mundo. Como niño podía llamar a cualquier puerta, porque sabía que alguien me atendería. Siempre he dicho que los niños de aquel barrio éramos hijos de todas las madres y he sospechado que los hombres también eran maridos de todas ellas. Después de conocer tantos ambientes como he conocido, tenía que escribir sobre mi barrio. Hay tantas historias que contar de aquellas casas, de aquellas vidas, de aquellas mujeres que se hicieron viejas en los balcones, sin hacer realidad los anhelos que llevaban dentro, o de aquellas otras, honradísimas, que, con sus maridos en la cárcel, por las tardes se prostituían para sacar adelante a sus hijos... Alguien tenía que escribir esto.



¿Cómo surgió esta historia?



No la tenía planificada. Comenzó como un sentimiento. Surgió la idea por un padre que no admitía la desaparición de su hijo de tres años, muerto en el atraco a un banco, que decidió reconstruir cómo sería su existencia si viviese. Y, paradojas de la vida, este hombre tiene que emplearse durante la Transición como guarda jurado en una entidad bancaria. Un día, uno de los atracadores que mataron a su hijo aparece asesinado. Y el lector entonces piensa, ya está: la venganza del pistolero. Pero no, 'Una novela de barrio' es más, mucho más, se lo aseguro.



Pero antes de 'Una novela de barrio', con la que ha ganado el Premio Internacional de Novela negra RBA, hay un montón de sinsabores y una lucha tenaz por sobrevivir como escritor, como ser humano, como persona. ¿El buen momento que viven sus novelas al día de hoy le compensa todo lo pasado?



Sí, lo que ocurre es que las cosas siempre te pasan a destiempo. Siempre encuentras la chica de tu vida cuando ya estás casado, siempre te toca la lotería cuando ya no la puedes disfrutar. Si esto me hubiera ocurrido a los 45 años estaría loco de contento, pensando que tengo toda la vida por delante. Pero las cosas han sucedido ahora y tienen un significado distinto. Encuentro la satisfacción moral de que tantos años de trabajo han servido para algo. La verdad es que si a esta edad no hubiera publicado nada, me sentiría bastante amargado.



La trayectoria de González Ledesma es larga. Comenzó a leer muy pronto, ¿qué libros le engancharon a la Literatura?



Yo tenía un tío, Rafael, que era periodista republicano, condenado a muerte y perseguido, que vivía como realquilado en mi casa de la calle Tapiolas. Aquel hombre tenía tal cantidad de libros que los guardaba hasta debajo de la cama. Y yo me metía en su cuarto y leía de todo: desde la 'Historia de Babilonia' hasta novelas con señoritas a las que se les levantaba la falda. Me aficioné sobre todo a la novela francesa: Víctor Hugo, Dumas... Esas lecturas me enseñaron que había un mundo por explicar y que si aquellos escritores lo habían contado, yo también encontraría el modo de hacerlo.







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