El día de la boda de Don Felipe, el escritor Juan Madrid estrenaba su primera película como director. No fue casi nadie y se ha "vengado" recuperando a su detective Toni Romano para resolver el asesinato de la novia del Príncipe en "Adiós, princesa", un descenso "a las cloacas del Estado" que no deja títere con cabeza.
Ni él, ni la editorial -Ediciones B-, ni sus abogados han sentido "ningún vértigo" ante esta audaz trama, explica el autor malagueño en una entrevista con Efe, porque, desafía, "en un sistema democrático no hay nada que no se pueda contar".
Tampoco ha puesto en el libro aquello de "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia" porque, dice, se le ha "olvidado", pero está "tranquilísimo" con su elección de una joven periodista de televisión como novia secreta del Príncipe y la construcción de una trama alrededor de los servicios de información del Estado.
Para escribir esta "novela polifónica" se ha documentado "por arriba, por abajo y por los lados" y sus fuentes, accesibles "gracias a 30 años de trabajo como periodista", han sido, sobre todo, "los servicios de contrainteligencia e información" de casi todos los cuerpos, desde la Guardia Civil al CNI, pero también del Episcopado, las grandes empresas y los grupos periodísticos, detalla.
"Es respetuosa y el lector se dará cuenta de que no quiero hacer una cosa insultante. Simplemente planteo la ficción de qué pasaría si una promesa del periodismo hubiera sido novia del Príncipe, tuviera un pasado turbio, alguien no la quisiera como Reina y apareciera muerta".
Admite que la intriga, situada en el año 2000 -"cuando aún se hablaba en pesetas"- se le ocurrió "como venganza" el 17 de mayo de 2004, el día de la boda del Príncipe, cuando él estrenaba su primera película como director, "Tánger": "Todo el mundo se quedó viendo la tele en vez de venir al estreno. Me jodió mucho. La verdad es que pienso que siempre escribo por venganza".
Está claro, asume risueño, que es mejor "no cabrearle". Le molestan "mucho" los "discursos oficiales" y está convencido de que "se ha engañado absolutamente" al pueblo español desde la Transición y que ahora, "cuando los periodistas han dimitido de su función histórica", los penúltima oportunidad de contar otra versión sólo la tienen los escritores.
La protagonista de "Adiós, princesa", advierte Madrid, "no es Letizia", se llama Lidia Ripoll, es periodista, "de cabello muy negro, rostro bello y ojos verdes oscuros", y tras relacionarse con el Príncipe aparece muerta con un tiro en el pecho.
Del crimen se acusa al alter ego de Juan Madrid, Juan Delforo, un escritor de novela negra que es amigo del ex policía y ex boxeador Antonio Carpintero, al que Delforo ha rebautizado en sus novelas como Toni Romano, y que se ocupará de la resolución del caso.
Al final, dice, "todo se reduce" a contar su tiempo "a través de quienes apenas salen en la literatura contemporánea: las putas, los chóferes, los estafadores... que no son más honestos que otros, pero es que ahora todo está escrito desde el punto de vista de jóvenes universitarios".
Es la séptima novela que protagoniza Romano, nacido en 1980 con "Un beso de amigo", y la intención inicial de Madrid era terminar la saga aquí, con la ruptura de relaciones entre el detective y Delforo, pero la editorial le ha convencido de que haga, al menos, tres más.
"Ni Romano ni yo vamos a ser eternos, a mí me quedan unos 6 años, las novelas que escribiré hasta entonces", asegura "optimista" mientras enciende un "ducados" tras otro.
"Soy un jornalero de la literatura, no puedo vivir sin escribir. El aburrimiento me mataría", supone Madrid, que a sus 61 años ha escrito 46 novelas, traducidas a 16 idiomas, ha escrito los guiones de la serie de "Brigada Central", ha hecho documentales y "cada puta noche" va a los bares que pueblan los personajes de sus novelas para documentarse y no volverse "loco".
EFE