Mikel Goikoetxea, más conocido por Goiko, trabaja como detective privado desde que se vio obligado a solicitar la excedencia en la Ertzaintza, la Policía Autónoma Vasca. Pese a ser uno de sus mejores especialistas en homicidios tuvo que tomar esa decisión cuando su vida, su reputación y su matrimonio se derrumbaron como consecuencia de una falsa acusación de pertenecer a una red de pederastas. Aunque la causa abierta contra él se archivó por falta de pruebas, todo el mundo, incluido su ex mujer, estaba convencido de su culpabilidad y le miraba como si fuera un pervertido. Tan sólo unos pocos ex compañeros le ayudan enviándole clientes para su nuevo trabajo, por eso un día un conocido notario de Bilbao acude a su despacho para pedirle que investigue las causas de la muerte de su mujer, ya que sospecha que ha sido asesinada.
Pese a que parece ser una investigación innecesaria y absurda puesto que todo el mundo, incluso el compañero que le proporciona el trabajo, está convencido de que lo que ocurrió fue un suicidio o, en el mejor de los casos, un trágico accidente, se ve forzado, contra su voluntad, a aceptar un trabajo que acabará poniéndole en peligro porque muy pronto se dará cuenta no sólo de que el notario tenía razón, sino que detrás de esa muerte había un asunto muy serio en el que incluso él estaba enredado de forma involuntaria.
Pájaros sin alas
José Javier Abasolo
Erein 2010
Pese a que parece ser una investigación innecesaria y absurda puesto que todo el mundo, incluso el compañero que le proporciona el trabajo, está convencido de que lo que ocurrió fue un suicidio o, en el mejor de los casos, un trágico accidente, se ve forzado, contra su voluntad, a aceptar un trabajo que acabará poniéndole en peligro porque muy pronto se dará cuenta no sólo de que el notario tenía razón, sino que detrás de esa muerte había un asunto muy serio en el que incluso él estaba enredado de forma involuntaria.
Pájaros sin alas
José Javier Abasolo
Erein 2010
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