Han pasado más de tres meses desde los sucesos de Rojo como la sangre. Casi todos consideran que Lumikki Andersson está muerta. Ella, aún con las secuelas del tiro recibido, ha huido a Praga, donde actúa como una joven mochilera más, en mitad de una increíble ola de calor (lo que resulta irónico, cuando Lumikki viene de una Finlandia atrapada en la peor ola de frío en muchos años). Un día, en un café, una chica se le presenta y le dice de buenas a primeras que es su hermanastra. Lumikki es escéptica, pero sabe que en su familia hay muchos secretos, por lo que decide oírla. Poco a poco se harán buenas amigas, y poco a poco la amiga irá introduciendo a Lumikki en un mundo realmente peligroso: el de las sectas, al cual Lumikki se ve arrastrada. Hasta que un día descubre un terrible secreto: los líderes de su secta pretenden organizar un suicidio colectivo de todos los miembros. Y lo que es más: alguien en la sombra planea obtener grandes beneficios de la masacre.
Salla Simukka (1981) es un nombre muy establecido en la literatura juvenil finlandesa. Su salto a la fama internacional se ha dado con la trilogía 'Me llamo Lumikki', de la que Rojo como la sangre es la primera parte, con publicación en 50 países de todos los continentes. Como indicó el jurado del premio Topelius cuando lo ganó, "sus obras contienen mensajes importantes, tanto sobre los individuos (el derecho a ser uno mismo) como sobre la sociedad (las presiones del poder, la libertad de elección)".
Blanco como la nieve
Salla Simukka
La Galera 2015
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