08 febrero 2013

La escritora Maj Sjöwall recibe en Barcelona el octavo Premio Pepe Carvalho




Hace casi 40 años que la producción literaria de la pareja --en la escritura y en la vida-- formada por los escritores suecos Maj Sjöwall y Per Wahlöö se cerró abruptamente con la muerte de él. Quizá entonces no lo sabían pero habían creado un modelo por el que transitaría buena parte de la narrativa negra y criminal que hoy se hace en los países nórdicos. Ahora, coincidiendo con la publicación de 'Los terroristas' (RBA), décima y última entrega de la serie protagonizada por el inspector Martin Beck, a Maj Sjöwall (Estocolmo, 1935) le tocó ayer recoger el octavo premio Pepe Carvalho. Una suerte de contrapartida poética porque Manuel Vázquez Montalbán recibió en su día el galardón Martin Beck, que promueve la Academia sueca de escritores de novela criminal. Hoy a Maj Sjöwall la consideración de ser la reina madre de la novela criminal sueca le queda muy lejos. "No soy buena hablando con los medios, me gusta la tranquilidad". Cuando murió su marido cerró esa puerta. No hubo más libros de Beck. Ya ni siquiera se considera una profesional de la escritura, apenas ocupada por las traducciones y los cuentos para niños. "Con la muerte de Per sentí que le había robado mucho tiempo a nuestros hijos, porque escribir novelas es muy exigente", cuenta.

MILITANCIA COMUNISTA 

Sjöwall conoció a Walhöö, 10 años mayor que ella, a principios de los 60 en un café de Estocolmo que ya no existe, entonces frecuentado por periodistas. "Era una zona muy popular, hoy, simbólicamente, ocupada por oficinas bancarias", dice con tristeza. Él arrastraba un matrimonio infeliz, que pronto quedaría atrás. Ambos eran militantes comunistas, colaboraban en un semanario del partido y escribir juntos les tentaba. "Planeábamos los argumentos, investigábamos los procedimientos judiciales e imaginábamos delitos que podían ocurrir en la sociedad sueca". Se casaron en 1962. Pronto se dieron cuenta de que los delitos se resumían en uno: "Queríamos contar lo que había pasado en Suecia. El crimen de la socialdemocracia frente a la clase trabajadora. Cómo se traicionaron los viejos ideales". Posiblemente a los españolitos de los 70 les resultara difícil entender las quejas de la pareja en medio del floreciente Estado del bienestar sueco. "Entonces empezó a gestarse esta sociedad materialista en la que vivimos. Con la muerte de Olof Palme , un político muy carismático, que quiso atraer a la juventud, esa oportunidad se truncó".

LA MUERTE DE OLOF PALME 

Sobrecoge comprobar cómo el núcleo duro de 'Los terroristas' encierra una premonición de la muerte de Olof Palme, 10 años más tarde. En la novela, un primer ministro innominado es asesinado a quemarropa. "Era difícil pensar que pudiera ocurrir algo así en la vida real". Marcado por el espíritu revolucionario de los 70 y por el antiamericanismo generado por Vietnam, 'Los terroristas' es también una de las entregas más directamente políticas del ciclo, capaz de mantener pese a los años transcurridos una sorprendente actualidad. "A los políticos no les interesa la gente común", dice, significativamente, un personaje. "Cuando empezamos la novela, Per sabía que le quedaba poco tiempo. Por eso yo apenas participé. Dejé que él se volcará, que dijera todo lo que tenía que decir. No llegó a verla publicada. Yo hice la edición entonces y fue la única vez que la leí. No he vuelto a hacerlo y no me apetece enfrentarme a ella otra vez". Per Wahlöö, para quien la guerra civil española fue un mito personal, murió dos meses antes que Franco. "Por desgracia, no llegó a verlo", se lamenta su viuda.

Texto: Elena Hevia
Foto: Elisenda Pons


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