El cadáver de Sant Just aún llevaba puesta la ropa interior y unos calcetines
Los mossos buscan pistas en las cintas de las cámaras de seguridad de la zona
MAYKA NAVARRO
SANT JUST DESVERN
Los Mossos d'Esquadra no han tardado ni 24 horas en dar con la identidad del cadáver de mujer seccionado en dos trozos que un vecino encontró el jueves junto a un contenedor de Sant Just Desvern. Se trata de una ciudadana de Paraguay. La autopsia, que se le practicó durante la mañana de ayer, determinó que la mujer fue estrangulada antes de que su asesino la cortara, con gran destreza por debajo del ombligo.Fue un vecino de Sant Just quien, paseando a su perro a primera hora de la mañana, descubrió el cadáver oculto en una maleta de color verde y en una bolsa de plástico. El grupo de homicidios de la región policial metropolitana sur se hizo cargo de la investigación.
FILMACIONES Durante la mañana de ayer, varios agentes recorrieron las entidades bancarias y los comercios de los alrededores del contenedor buscando las grabaciones de las cámaras de seguridad. Tenían especial interés en la cinta grabada por los objetivos de un concesionario de coches cuyas cámaras enfocan la carretera Reial, justo donde se produzco el escabroso hallazgo.
La parte inferior del cuerpo estaba envuelta en un edredón azul y amarillo y guardada en la maleta verde. El resto del cadáver estaba en el interior de una bolsa. Sobre la maleta y la bolsa, el asesino colocó unos cartones que, horas después, acabaron manchados de sangre cuando la policía científica manipuló los restos humanos para examinarlos y fotografiarlos. La mujer, de larga melena negra, todavía llevaba puesta la ropa interior, sujetador, bragas y unos pequeños calcetines.
Confirmada ya la identidad de la mujer, los Mossos juegan ahora con ventaja. Las primeras horas de cualquier investigación sobre homicidios son cruciales para elegir un buen camino por el que indagar. No es aventurado pensar que los agentes se pondrán en contacto con el consulado de Paraguay para determinar cuánto tiempo llevaba la víctima en Catalunya, dónde vivía y a qué se dedicaba.
Y a partir de aquí, los agentes trabajarán hurgando en todo su entorno buscando algún enemigo que pudiera cometer la atrocidad, primero de matarla estrangulada, y después de seccionarla en dos trozos para facilitar su traslado a un lugar donde --pensó con error-- nunca nadie la encontraría.
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