25 enero 2010

Los Mossos d'Esquadra crean un club de lectura de novela negra


El coordinador de la iniciativa es el librero y comisario de la Semana BCNegra de Barcelona, Paco Camarasa

Barcelona. (Efe).- Los Mossos d'Esquadra han puesto en marcha un club de lectura de novela negra, que coordina el librero y comisario de la Semana BCNegra de Barcelona Paco Camarassa, con el objetivo que los agentes intercambien experiencias e impresiones sobre historias vinculadas al mundo policial.

En un comunicado hecho público hoy, la policía catalana informa que el club inició su andadura el pasado mes de octubre, mantiene reuniones mensualmente -siempre en jueves- y con una duración máxima de dos horas. Camarassa, previamente al encuentro, prepara para los participantes una ficha elaborada con información sobre el autor que se va a tratar, breves comentarios de la obra en estudio y citas a películas de cine o televisión relacionadas con el escritor. Las lecturas propuestas presentan un viaje por diferentes países y épocas, de finales del siglo XX y principios del XXI, y toman como referencia diferentes sociedades desde el punto de vista de sus autores que fijan el objetivo en policías, detectives, periodistas y delincuentes.

Los títulos que se han escogido son Echo Park, de Michael Connelly; La luna de papel, de Andrea Camilleri; El hombre que sonreía, de Henning Mankell; Prótesis de Andreu Martín; El poder del perro, de Don Winslow; Hollywood Station, de Joseph Wambaugh; Total Kheops, de Jean Claude Izzo; Paisaje de Otoño, de Leonardo Padura; El policía que ríe, de Sjöwall y Wahlöö y Códex 10, de Eduard Pascual.

Los participantes del club han podido conversar directamente con uno de los autores estudiados, Andreu Martín, quien intercambió vivencias con los policías y reflexionó sobre su obra, una historia violenta y de venganzas con un policía corrupto y un delincuente que se enfrentan a una espiral de violencia sin salida. En la sesión de enero, han tratado sobre El poder del perro con el ex-agente de la DEA Lou Díaz, que creció en Brooklyn y trabajó durante más de veinte años en Nueva York investigando como agente infiltrado las mafias italianas de la ciudad. Después de dejar la DEA, Lou, que vive a caballo entre Los Ángeles y Catalunya, dedicó su carrera profesional a trabajar como actor secundario de películas protagonizadas por mafiosos y a asesorar a los actores principales en los comportamientos de los delincuentes.


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