14 junio 2012

Carta del librero negro y criminal. Información y visión.




La mano del muerto, es la primera novela de Antonio Padilla, aunque hemos leído muchas novelas por su culpa, porque él es el traductor de Himes, de Thompson, James Lee Burke ( les adelantamos una excelente noticia, antes de Navidad tendremos uno nuevo). Antonio Padilla es antes que un excelente traductor, un buen lector, y nosotros nos fiamos de las pistas que nos va dejando. ¿ Un buen traductor significa que será un buen novelista?. La respuesta cuando leamos La mano del muerto, el debut narrador de Antonio Padilla, en una nueva editorial Libros de la Vorágine. Buen nombre para los tiempos actuales. ¿ Quieren un libro dedicado antes de que se haga famoso, y tengan que haer una larga cola en Sant Jordi?

La mano del muerto, habla del Congo, pero el “Bulova” comienza sus andanzas en La Barceloneta, un barrio que cada vez aparece más en las novelas negrocriminales de Barcelona. Y no sólo en libros. El próximo martes día 19, a las diez y media de la noche por TV3, la televisión pública catalana, el programa Terreny personal está dedicado al barrio. Después de recorrer la Catalunya rural y marinera, se acerca a la ciudad, aunque ustedes ya saben que La Barceloneta es un trozo de ciudad un tanto particular, uno de esos barrios donde la condición de vecino, de ciudadano, prevalece sobre la de consumidor, la de número de tarjeta.


La librería fue elegida como ejemplo de los “forasteros” que hemos sido seducidos por estas calles llenas de vida. La librera, fiel a su costumbre, no ha querido salir. El librero, que le encanta hacerlo, sí lo hará.

Ahora las frases de mercadotecnia que inundan los libros son todas casi semejantes, intercambiable de uno a otro. A nosotros nos gustan las de los ejemplares antiguos que nos llegan. Por ejemplo, la primera solapa de Muerte en el colegio, de Edmund Crispin, en la colección El elefante blanco: “He aquí los que los ingleses llaman “a clever book”.Es decir, un libro inteligente para lectores perspicaces”.

Nos unimos a todos las merecidísimas palabras elogiosas hacia Ray Bradbury. También cultivaba el género policíaco. Aún nos queda algún ejemplar de su Memoria de crímenes, traducido por Carlos Peralta.

Como hemos anunciado, el sábado próximo, los mejillones de cada sábado, la librera los hará “a la griega”, para desear suerte a los griegos y griegas en las elecciones del domingo. Que decidan libremente. Coincidiendo con esas decisivas elecciones se reeditan dos libros de Petros Markaris: Suicidio Perfecto, con la misma traducción de Ersi Samará y la reedición de Un caso del Comisario Jaritos y otros relatos clandestinos. Este último ha sido reeditado, con la misma traducción de Ersi Samará, por la misma editorial Ediciones B, pero con torpeza o mala fé han decidido cambiarle el titulo y volver al título original: Balkan Blues. Lo que no nos parece mal si al menos hubieran puesto una pequeña nota en el interior, para informar al lector.

Hemos sido testigos de la decepción de los lectores cuando pensaban que era un nuevo titulo de nuestro querido Markaris. Aquí en la librería lo podemos explicar pero ¿y los que lo compran en la estación, en un aeropuerto en o en una de esas macrosuperficiees pasteurizadas?. Cuando Suma de letras pone en una novela de Ignacio del Valle ( ¿ya han leído Busca mi rostro?), el título de la película, señala el título original en la portada. Ya saben Balkan Blues y Un caso del Comisario Jaritos y otros relatos clandestinos es el mismo libro. Algunos siguen sin entender que el respeto al lector es básico y necesario.

Terminemos con buenas noticias, Daniel Pennac, estará por Barcelona la semana que viene. Revisen su biblioteca para ver que tienen de él, y hablamos. Y si no tienen ninguno, hay que remediarlo. Una biblioteca sin ningún libro de Daniel Pennac no es lo mismo.


Saludos negrocriminales y buena lectura.








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