Se conocieron hace un tiempo, pero llevan años, muchos años, sin verse. Ella fue niña prodigio del cine español de los sesenta, pero ahora ya no es ninguna niña. Él no fue niño prodigio, pero sí hijo de anarquista.
El azar les unió hace años y de nuevo vuelve a hacerlo para conducirles a un pesadilla llena de realidad en la que los dos se verán las caras con otros niños.
Niños que todavía no han pasado de ser eso, niños, y que no saben que su destino es seguir siéndolo para siempre porque nunca crecerán. Los van a matar, son niños muertos. Muertos como perros. Putos perros muertos, eso es lo que son, y nadie parece decidido a acudir para rescatarlos. ¿Salvarán sus vidas o…? Cuidado con los puntos suspensivos.
El azar les unió hace años y de nuevo vuelve a hacerlo para conducirles a un pesadilla llena de realidad en la que los dos se verán las caras con otros niños.
Niños que todavía no han pasado de ser eso, niños, y que no saben que su destino es seguir siéndolo para siempre porque nunca crecerán. Los van a matar, son niños muertos. Muertos como perros. Putos perros muertos, eso es lo que son, y nadie parece decidido a acudir para rescatarlos. ¿Salvarán sus vidas o…? Cuidado con los puntos suspensivos.
La niña que hacía llorar a la gente
Carlos Pérez Merinero
El Garaje Ediciones 2011
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