Fabrizzio Falleti, Fabe, el mejor experto en cajas fuertes de Chicago está a punto de dar su último golpe y pasar a la reserva. Falletti, expulsado del cuerpo de policía, sólo tiene dos amigos:
Doral Washington, un delincuente negro que es también colega y socio, y su ex compañero, el inspector de policía Jimmy Capone, quizás el único policía honrado de Chicago, jefe de la sección de Estupefacientes y con el que va a desayunar esa mañana. Un millón de dólares es su sueño, en efectivo, para comenzar su nueva vida. Un golpe limpio, una caja fuerte llena de dinero; como siempre, sólo cajas fuertes nunca droga, Fabe no toca la droga y su amigo Jimmy lo sabe, como sabe que la farlopa en Chicago no la mueve la mafia, oficialmente. Pero el golpe limpio se ensucia, la muerte de la hermana del mayor traficante de droga de toda la zona complica el negocio, la caja fuerte del intermediario tiene dinero, sí, pero también una gran cantidad de droga que Doral se niega a abandonar. Uno se queda con la pasta, el otro con la merca…
Izzi diseña en La encerrona un planteamiento clásico de novela negra. Todos los elementos que la componen están en ella pero les da una vuelta de tuerca más a los personajes, un ex policía blanco asociado, en lo delictivo y en lo personal a un delincuente negro conforman una de las más extrañas parejas de toda la literatura policiaca.
Doral Washington, un delincuente negro que es también colega y socio, y su ex compañero, el inspector de policía Jimmy Capone, quizás el único policía honrado de Chicago, jefe de la sección de Estupefacientes y con el que va a desayunar esa mañana. Un millón de dólares es su sueño, en efectivo, para comenzar su nueva vida. Un golpe limpio, una caja fuerte llena de dinero; como siempre, sólo cajas fuertes nunca droga, Fabe no toca la droga y su amigo Jimmy lo sabe, como sabe que la farlopa en Chicago no la mueve la mafia, oficialmente. Pero el golpe limpio se ensucia, la muerte de la hermana del mayor traficante de droga de toda la zona complica el negocio, la caja fuerte del intermediario tiene dinero, sí, pero también una gran cantidad de droga que Doral se niega a abandonar. Uno se queda con la pasta, el otro con la merca…
Izzi diseña en La encerrona un planteamiento clásico de novela negra. Todos los elementos que la componen están en ella pero les da una vuelta de tuerca más a los personajes, un ex policía blanco asociado, en lo delictivo y en lo personal a un delincuente negro conforman una de las más extrañas parejas de toda la literatura policiaca.
La Encerrona
Eugene Izzi
Ediciones Barataria, Mar Negro
312 Páginas
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