Una mujer (Katie Bishop) de clase acomodada ha sido asesinada en Brighton y su marido (Brian Bishop) no parece ser capaz de recordar mucho, como por ejemplo tener una amante (Sophie Harrington) a quien supuestamente visitó mientras su esposa fallecía y quien, por tanto, podría servirle de coartada.
Pero Brian no recuerda muchas cosas. Ni tener un romance extramarital ni haber matado a esa misma amante, convirtiéndola en la segunda víctima de un asesino en serie que parece tener demasiadas cosas en común con Brian Bishop. Tanto en común que toda la novela gira en torno a una única idea: ‘El 71 por ciento de las víctimas de homicidio fueron asesinadas por alguien a quien conocían’, porque aparentemente es una linda cuidad costera, pero cuenta con un inframundo criminal a la altura de Loa Ángeles o Londres.
Ese asesino en serie se hace llamar a sí mismo ‘El Millonario de Tiempo’, dada la extraordinaria capacidad que tiene para invertir cuantas horas sean necesarias como para conocer en profundidad los hábitos de sus nuevas víctimas. Además, ese homicida tiene su propia firma: pone una máscara antigás de la II Guerra Mundial en el rostro de las mujeres a quienes mata. Eso sin olvidar otras formas de actuar que tal vez acaben por delatarlo: ‘En los bolsillos con cremallera de la chaqueta, además de la cartera y el móvil, llevaba un rollo de cinta adhesiva plateada, un cuchillo, cloroformo y un frasco de Rohypnol, la droga fulminante llamada también de la violación. Y otras cosas –nunca se sabía cuándo iba a necesitarlas…’.
Un nuevo caso del Inspector Roy Grace.
Pero Brian no recuerda muchas cosas. Ni tener un romance extramarital ni haber matado a esa misma amante, convirtiéndola en la segunda víctima de un asesino en serie que parece tener demasiadas cosas en común con Brian Bishop. Tanto en común que toda la novela gira en torno a una única idea: ‘El 71 por ciento de las víctimas de homicidio fueron asesinadas por alguien a quien conocían’, porque aparentemente es una linda cuidad costera, pero cuenta con un inframundo criminal a la altura de Loa Ángeles o Londres.
Ese asesino en serie se hace llamar a sí mismo ‘El Millonario de Tiempo’, dada la extraordinaria capacidad que tiene para invertir cuantas horas sean necesarias como para conocer en profundidad los hábitos de sus nuevas víctimas. Además, ese homicida tiene su propia firma: pone una máscara antigás de la II Guerra Mundial en el rostro de las mujeres a quienes mata. Eso sin olvidar otras formas de actuar que tal vez acaben por delatarlo: ‘En los bolsillos con cremallera de la chaqueta, además de la cartera y el móvil, llevaba un rollo de cinta adhesiva plateada, un cuchillo, cloroformo y un frasco de Rohypnol, la droga fulminante llamada también de la violación. Y otras cosas –nunca se sabía cuándo iba a necesitarlas…’.
Un nuevo caso del Inspector Roy Grace.
Casi Muerto
Peter James
Roca Editorial 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario