EL PERIÓDICO
Enriqueta Martí sembró el horror en la Barcelona de 1912. Secuestraba y asesinaba niños para extraerles la sangre y elaborar unas pócimas que los burgueses compraban como remedio para curar la tuberculosis. En su primera novela, Fernando Gómez explica, en boca de personajes reales ─como el guardia José Asens o el entonces alcalde Joaquím Sostres─, y otros de ficción, la historia de la vampira de la calle de Poniente que conmovió a esa Barcelona convulsa de principios de siglo.
─¿Qué le ha impulsado a escribir su primera novela?
─En un principio, quería elaborar un diccionario sobre criminales españoles y empecé a buscar datos, pero descubrí que la mayoría eran muy conocidos. De repente apareció el personaje de Enriqueta Martí la vampira de la calle Ponent. Me cautivó mucho y profundamente.
─¿Por qué le cautivó?
─Es diferente al crimen español por naturaleza: pasional y caliente. El caso de Enriqueta Martí es más inglés: hay dinero de por medio y tráfico con sangre de niños. Se habló de unos 20 menores raptados. Ella lo veía todo como un negocio y me atrevo a decir que no sentía ni placer. Pero en mi relato huyo del morbo porque no es necesario.
─¿Historia o ficción?─
El 75% son hechos reales y el resto es ficción. Me documenté en bibliotecas y también por internet, que ahora se ha convertido en una suculenta fuente para localizar datos.
─¿Qué ha pretendido?
─Retratar, además de a la asesina, a esa Barcelona posterior a la Semana Trágica que estaba empezando a crecer con la anexión de pueblos.
─¿Por qué relata la historia en boca de personajes secundarios?
─Porque no se pensar como un criminal y tengo que recurrir a personas que, desde fuera, sí pueden describir a ese criminal.
AL GRANO //
ENTREVISTA CON FERNANDO GÓMEZ, ESCRITOR NOVEL J. G. A.
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