02 febrero 2010

Don Winslow: «El problema mexicano de la droga se originó en Estados Unidos»




A pocas horas de sentarse en La Capella junto al periodista Sergio Vila-Sanjuán y departir sobre narcotráfico y narcoliteratura, Don Winslow insiste en que la ficción anda la mar de rezagada si de lo que se trata es de compararla con la realidad. «No creo que mi imaginación fuese capaz de idear semejantes crímenes», asegura. A su lado, un ejemplar de «El poder del perro» (Mondadori), implacable y brutal novela que relata con pelos y señales tres décadas de tráfico de drogas entre México y Estados Unidos, da fe ello.

Y es que, por más que los personajes sean «invenciones verosímiles», la novela que ha traído al escritor estadounidense a BCNegra está dolorosa y terriblemente basada en hechos reales. Así lo confirman los cinco años que Winslow ha pasado manejando informes de la CIA y la DEA y convenciendo a sus editores de que tamañas atrocidades -imaginen: nada más empezar el libro ya se tropieza uno con una veintena de cuerpos sin vida; algunos despellejados; otros con sus propios dedos cercenados y metidos en la boca- no eran ficción. Ojalá fuesen ficción, parece decir Winslow sobre una novela en la que el agente de la DEA Art Keller va tirando del hilo del narcotráfico mexicano mientras la droga va y viene; se muere y se mata; y se tortura. Sobre todo se tortura.

De paseo por el infierno

«Quería reflejar el aspecto real del narcotráfico; que el lector pudiera sentirlo», apunta el escritor como justificando los ríos de sangre que corren por la novela y que hicieron de su escritura lo más parecido a «un paseo por el infierno». De hecho, Winslow no solo pretende capturar la crudeza y brutalidad del narcotráfico, sino que va más allá e insiste en el reparto de responsabilidades. «Es un error decir que el problema mexicano de la droga se originó en México: se originó en Estados Unidos -asegura-. Tenemos el mal hábito de señalar a mexicanos, colombianos y afganos por producir droga pero, ¿quién la compra? ¿Cómo se puede decir «quiero comprar esto» y luego culpar al vendedor»». De ahí que para Winslow, la única solución sea también la más polémica. «Lo único que podría reducir el narcotráfico es la legalización de las drogas, porque eso provocaría acabar con los beneficios que se generan ahora y también con el poder de quienes se quedan con estos beneficios», explica.
 
Texto: David Morán
Foto: Yolanda Cardo
 
 

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