02 febrero 2010

Asa, la otra Larsson de Suecia





Asa Larsson se ha convertido en uno de los fenómenos de la literatura negra contemporánea. Esta autora sueca, que parece seguir los pasos de Henning Mankell o Stieg Larsson (de quien no es familiar a pesar del apellido), consiguió con su primera obra, «Aurora boreal», vender un millón de ejemplares en Suecia y a ser traducida a 16 países. Su segunda novela, «Sangre derramada» (en castellano en Seix Barral y en catalán en Columna) tiene de nuevo como heroína a la abogada Rebecka Martinsson. La autora, una de las figuras de la Semana de Novela Negra de Barcelona, aseguró a LA RAZÓN que tiene poco en común con Martinsson: «Si nos conociéramos, seguramente yo no le gustaría porque me vería como a una persona demasiado charlatana», dijo la escritora.

Aburrida de la abogacía

Lo que sí es cierto es que su personaje y ella están formadas en el mundo de la abogacía, aunque Larsson hace tiempo que dejó el bufete. Lo explica así: «Me aburría hasta las lágrimas con mi trabajo. En el mundo de la abogacía lo que más interesa es el dinero y yo quería encontrar también algo que me divirtiera», apunta.

«Sangre derramada» traslada al lector hasta el verano sueco, momento en el que es asesinada la pastora protestante Mildred. Su muerte será el objetivo de la nueva investigación abierta por Martinsson, que para resolver el crimen regresará a Kiruna, la población en la que creció y cuyos habitantes demuestran ser tan gélidos como el decorado natural en el que habitan. Sobre estos últimos, Larsson aseguró que sus vecinos «se reconocen en mis libros. Ellos se ven así y no están molestos por ello. Es una cultura en la que no se expresan las emociones, nos cuesta. Por ejemplo, a mi padre nadie le dice que esté orgulloso de su hija, ni tampoco él me lo ha dicho a mí, pero es que es la manera de ser que tenemos allí». De ahí que en ocasiones se acuse a los autores nórdicos de recrear una violencia que casi es inexistente en sus países: «Quien diga eso que venga a vernos, que será bienvenido. Sí hay violencia, lo que sucede es que si vives en una sociedad tranquila parece que el crimen no existe y viceversa porque ya se tiene bastante con la realidad».

Tampoco encuentra respuesta Larsson a la fascinación que ejerce este tipo de novela procedente del norte en el sur de Europa: «Supongo que si hoy se publicara “Crimen y castigo” también sería considerada una novela policíaca. Estoy muy orgullosa de este tipo de literatura, un género en el que contamos con autores de muy alto nivel en mi país. La novela negra ya no es un gueto ocupado exclusivamente por Raymond Chandler. Como en cualquier disciplina artística tenemos buenos y malos escritores», aclaró.

En «Sangre derramada» hay una mirada crítica a la intolerancia que puede ocultar cierta manera de entender la religión. «Tengo una relación contradictoria con la Iglesia porque una parte de mi familia, especialmente mis abuelos, estuvieron ligados a un estricto movimiento, los laestadians. Mis padres se distanciaron de todo aquello y en el funeral de mi abuelo se les recriminó su actitud. Yo disfruto con la lectura de la Biblia, especialmente con el Antiguo Testamento que me resulta fascinante si te acercas a él como una persona libre». Larsson tiene concluidas las otras dos novelas que forman parte de la pentalogía con las andanzas de Markinsson y que verán la luz en nuestro país en los próximos meses.

El «boom» nórdico

Hasta 55 escritores de novela negra procedentes de Suecia han sido traducidos a una media de siete idiomas. «En los últimos cinco años ha habido un “boom” de la novela negra sueca», reconocía ayer a Ep el profesor de literatura sueca Martin Lexell. Lo dijo en la presentación de «La princesa de hielo» (Maeva), de Camilla Lackberg, una de las autoras del país nórdico que ayer participaron en Barcelona Novela Negra. La misma editorial ha publicado «Nadie lo ha visto», de Mari Jungsted, otra sueca que ha convertido al inspector Knutas, en el favorito de 850.000 lectores, aunque la que llega a España es la primera entrega de las siete que lleva ya su personaje.
 
Víctor Fernández
 

No hay comentarios: