España, finales de 1925. Un gobierno civil presidido por Primo de Rivera sustituye al Directorio Militar. Quieren institucionalizar la dictadura y arrojar su manto sobre una nación agrícola y atrasada, sumergiéndola en las tinieblas del vagón de cola de una Europa que entierra a los muertos de la Gran Guerra.
Ciudad Real en esa etapa cuenta con menos de veinte mil habitantes y contiene en su seno las contradicciones sociales y de estirpes de una España que perdió un Imperio y no conoce el camino hacia el final de un túnel al que los sables y sotanas han sumergido a sus paisanos.
Ése es el escenario en el que se desarrolla Réquiem por la bailarina de una caja de música. El mismo del que Víctor Hugo, gran amante de la fuerza, la literatura e ingenio de esta nación, se lamentó sesenta años antes con aquellas palabras: “España es un gran pueblo, al que le han sobrado los Papas y los Reyes”. Y en él, el autor coloca a sus personajes, hijos dolidos de una patria enferma, y les deja que ellos mismos se definan por sus diálogos o comportamientos sin descripciones mohosas o prescindibles.
En ese mundo oscuro y oscurantista, José Ramón Gómez Cabezas sitúa una bella y cruda historia. Destacaría su inteligente manera de conjugar lo real con lo novelesco, la articulación entre la pintura de un ambiente, costumbres y perspectivas de una época, y la tensión característica de una buena narrativa policial, en una novela en la que no está dicha la última palabra acerca de un crimen hasta que no se llega al punto final.
Un crimen, un enigma, una investigación y un final sorprendente y sorpresivo: esquema de una novela policial canónica. Pero el autor no se queda ahí. Él no juzga, sino que se limita a observar con fineza lo psicológico en sus personajes, sin caer en ningún momento en la advertencia moral o el nihilismo, y que, tras una aguda observación, transmite al lector una pintura delicada de cada uno de ellos, construida, al mismo tiempo, de trazos sólidos y creíbles, muy bien seleccionados. Tendremos a Joaquín de la Vega, heredero de una estirpe militar, pero alejado de la misma como si renegase de un pasado por el presente en el que vive. Periodista de la ciudad manchega, al que las investigaciones le llevarán a enfrentarse con demonios propios y ajenos y a refugiarse en la amistad de sus inseparables escuderos: el bravucón Valentín y el humilde Ramón.
La lectura es fluida y empuja al lector a identificarse con los personajes y diversos caracteres: la ternura de unos, la indefensión de otros, así como los efectos violentos de aquello que, ante al imposibilidad de ser dicho en voz alta, es empujado al interior de nosotros mismos y desde allí sigue operando, manejándonos, a veces, como marionetas.
Una novela corta que entremezcla los avatares de sotanas y prostitutas, de militares y anarquistas, de empresarios y delincuentes, de ficción y realidad en la España posterior a la Semana Trágica, a la guerra en África y a la pérdida de un Imperio.
José Ramón Gómez Cabezas es un entusiasta de los géneros populares, un gran conocedor de autores y títulos de la actual novela negra. Su aguda visión nos ha dejado decenas de reseñas en diferentes medios sobre esa narrativa policial tan en boga hoy en día. Pero no ha querido quedarse ahí, ha dado un paso en la barricada colocándose del lado de los narradores a los que reseña o entrevista. Esta novela es su primer paso, pero es firme y no dejará indiferente ni a propios ni extraños. Y se sumará al elenco de grandes autores y obras del género que han visto la luz en tierras manchegas.
Gijón, a 10 de noviembre de 2009.
ALEJANDRO M. GALLO
Réquiem por la bailarina de una caja de música
José Ramón Gómez Cabezas
Editorial Ledoria 2009
Ciudad Real en esa etapa cuenta con menos de veinte mil habitantes y contiene en su seno las contradicciones sociales y de estirpes de una España que perdió un Imperio y no conoce el camino hacia el final de un túnel al que los sables y sotanas han sumergido a sus paisanos.
Ése es el escenario en el que se desarrolla Réquiem por la bailarina de una caja de música. El mismo del que Víctor Hugo, gran amante de la fuerza, la literatura e ingenio de esta nación, se lamentó sesenta años antes con aquellas palabras: “España es un gran pueblo, al que le han sobrado los Papas y los Reyes”. Y en él, el autor coloca a sus personajes, hijos dolidos de una patria enferma, y les deja que ellos mismos se definan por sus diálogos o comportamientos sin descripciones mohosas o prescindibles.
En ese mundo oscuro y oscurantista, José Ramón Gómez Cabezas sitúa una bella y cruda historia. Destacaría su inteligente manera de conjugar lo real con lo novelesco, la articulación entre la pintura de un ambiente, costumbres y perspectivas de una época, y la tensión característica de una buena narrativa policial, en una novela en la que no está dicha la última palabra acerca de un crimen hasta que no se llega al punto final.
Un crimen, un enigma, una investigación y un final sorprendente y sorpresivo: esquema de una novela policial canónica. Pero el autor no se queda ahí. Él no juzga, sino que se limita a observar con fineza lo psicológico en sus personajes, sin caer en ningún momento en la advertencia moral o el nihilismo, y que, tras una aguda observación, transmite al lector una pintura delicada de cada uno de ellos, construida, al mismo tiempo, de trazos sólidos y creíbles, muy bien seleccionados. Tendremos a Joaquín de la Vega, heredero de una estirpe militar, pero alejado de la misma como si renegase de un pasado por el presente en el que vive. Periodista de la ciudad manchega, al que las investigaciones le llevarán a enfrentarse con demonios propios y ajenos y a refugiarse en la amistad de sus inseparables escuderos: el bravucón Valentín y el humilde Ramón.
La lectura es fluida y empuja al lector a identificarse con los personajes y diversos caracteres: la ternura de unos, la indefensión de otros, así como los efectos violentos de aquello que, ante al imposibilidad de ser dicho en voz alta, es empujado al interior de nosotros mismos y desde allí sigue operando, manejándonos, a veces, como marionetas.
Una novela corta que entremezcla los avatares de sotanas y prostitutas, de militares y anarquistas, de empresarios y delincuentes, de ficción y realidad en la España posterior a la Semana Trágica, a la guerra en África y a la pérdida de un Imperio.
José Ramón Gómez Cabezas es un entusiasta de los géneros populares, un gran conocedor de autores y títulos de la actual novela negra. Su aguda visión nos ha dejado decenas de reseñas en diferentes medios sobre esa narrativa policial tan en boga hoy en día. Pero no ha querido quedarse ahí, ha dado un paso en la barricada colocándose del lado de los narradores a los que reseña o entrevista. Esta novela es su primer paso, pero es firme y no dejará indiferente ni a propios ni extraños. Y se sumará al elenco de grandes autores y obras del género que han visto la luz en tierras manchegas.
Gijón, a 10 de noviembre de 2009.
ALEJANDRO M. GALLO
Réquiem por la bailarina de una caja de música
José Ramón Gómez Cabezas
Editorial Ledoria 2009
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