"La novela está basada en mi experiencia como periodista", afirma la autora
'Un territorio oscuro' contrasta "la belleza del presente y el horror del pasado"
Por Álvaro Argote
Alfred Hitchcock ha pasado a la historia del cine como el mago del suspense, pero el valor de su filmografía no reside en su capacidad de urdir y resolver intrigas, sino en su talento para explorar los aspectos más inquietantes de la condición humana. Val McDermid pretende aunar ambas cosas en su literatura, buscando un punto de convergencia entre el relato policíaco y la novela negra. Acaba de publicar 'Un territorio oscuro' (RBA), una novela que recrea uno de los capítulos más importantes de la historia reciente de Escocia, la huelga de mineros de mediados de los años 80.
La novela arranca con el secuestro en Escocia, hace más de 20 años, de una millonaria y su hijo. El asunto acabó de la forma más abrupta posible: a la mujer se la encontró muerta y su hijo desapareció. Ahora, cuando ya casi nadie recuerda el trágico suceso, un periodista y la inspectora Karen Pirie se empeñan en trabajar juntos en este desagradable caso. Tras algo rutinario, se esconde un misterio lleno de lagunas, engaños, traiciones y muerte.
"La novela está basada en mi experiencia como periodista cuando cubrí la huelga minera de 1980 en Escocia. Desde ese momento, he sentido la necesidad de escribir algo interesante con esta ambientación y el telón de fondo de la revuelta que sacudió mi país. He esperado el marco y el contexto adecuado para retratar la historia. No podía esperar más. Yo fui nieta de mineros escoceses, es por tanto, una crónica de mi vida personal y familiar", explica la escritora. Esta novela "es un testimonio vivo de los tiempos pasados, y es que los problemas no resueltos años atrás pueden aflorar en el presente con consecuencias inesperadas".
La escritora escocesa pertenece a una hornada de autores que emergieron en los años 80 bajo el nombre de 'Tartan noir', término creado por James Ellroy para definir la pujante y bizarra novela negra escocesa, con Ian Runkin o Peter Robinson, entre otros, a la cabeza. Su peculiaridad narrativa se cimienta en la construcción de personajes que no solo luchan contra el crimen, sino "contra sus propios demonios internos". "Cuando yo empecé éramos una nueva generación de escritores 'pueblerinos' que sentíamos una verdadera pasión por el género. Somos una generación que ha irrumpido con una verdadera pasión por el género. Hemos salido de lo que era la novela negra antes. En la novela negra trato diferentes temas, como son el amor, la amistad, la confianza o la mentira, todo aderezado con suspense. Personalmente, mi estilo narrativo consiste en imponer, desde el principio, una gran presión psicológica al lector, porque no hay mejor manera de coaccionarle que poner a un muerto en mitad de una sala llena de gente", afirma.
Karen Pirie es "impulsiva y rigurosa", siendo, para la escritora, quien "más similitudes" tiene con ella. "Quiero que la inspectora Pirie vuelva a protagonizar una de mis novelas". La escritora considera que Karen Pirie es una de sus "mejores creaciones". Val McDermid crea personajes "humanos, tangibles, no superhéroes, como Superman". "Amo a los personajes bellos en su imperfección, porque los defectos y cualidades de mis personajes son aquello con lo que el lector se siente identificado. Es la vida real", explica.
"Es un contraste entre la belleza del presente y el horror del pasado. Siempre trato de dar un sentido a las circunstancias porque muchas veces las cosas no son lo que parecen; a los misterios que duran toda una vida y que no está exenta del viejo dilema moral sobre si el fin justifica los medios". Y establece una analogía: "Toledo, una ciudad de gran riqueza cultural e histórica, ha sufrido constantes asedios, desde los musulmanes a los romanos. En el pasado, las calles se abarrotaron de sangre, y en la actualidad es Patrimonio de la Humanidad".
Del mismo modo que hay novelas aparentemente profundas, las hay aparentemente superficiales. "Estamos en una sociedad que tiende a la banalidad y me parecen mucho peores esas novelas que con la única intención de entretener dicen que enseñan algo".
La escritora es una asidua asistente a los certámenes de novela negra, epicentro de contactos entre escritores, lectores, editoriales y sociedad en general. Allí conoció a escritores principiantes a los que muestra su más profunda admiración. "Las nuevas generaciones son como mis hijos". McDermid muestra un especial cariño hacia S.J. Watson, autora 'Before i go to sleep' (pendiente de traducción al español). Según la escritora "es capaz de trasladar las aventuras y el horror de Robert Stevenson a los valores más contemporáneos de la novela negra. Y un consejo para los futuros novelistas: "Un escritor no se forja entre las paredes de una habitación, sino en la calle descubriendo mundo".
Admirada por Stieg Larsson, una de sus obras de referencia 'Lugar de ejecución' influyó en la saga 'Millenium'. McDermid le defiende: "Es un fenómeno extraordinario. Habla de la violencia contra las mujeres. Hasta entonces, solo habían sido las mujeres las que habían escrito sobre ello, nunca un hombre se había atrevido. Fue el pionero, desde una perspectiva masculina, en plantear la violencia de género en una trama criminal", afirma. En 'Los hombres que no amaban a las mujeres', el periodista Mikael Blomkvist aparece leyendo 'Wire in the blood'. "Estoy muy orgullosa de saber que fui una influencia para él. Me gustaría que los 42 millones de personas que han leído a Larsson me leyesen a mí también".
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/06/23/novelanegra/1308844203.html
1 comentario:
Me has despertado el interés por esta escritora de la que ni tan solo había oído nombrar.
Voy a ver si pillo algo de ella; alguna recomendación para empezar?
Gracias
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