02 junio 2011

El chulazo de Cannes. Sallis apuesta segura.



Driver no acostumbra a leerse los libros en los que se basan las películas que protagoniza. En parte, porque no las protagoniza realmente. Lo único que Driver hace en las películas es conducir. Nunca dice una frase. Las frases las dicen los actores que fruncen el ceño y se quedan con la chica. Él lo único que tiene que hacer es pisar el acelerador a fondo y estrellarse contra algún muro. Es, lo que suele decirse, un doble de escenas de acción, especialista en volantes. Pero también es mecánico (porque arregla todo lo que rompe) y es cómplice de excepción de los atracadores con prisas. Además del protagonista (esta vez, sí) de la más famosa novela de James Sallis, 'Drive' (RBA), un 'fan' de Ed McBain y Lawrence Block, que ha sido biógrafo de Chester Himes y, a ratos, todavía se tiene por escritor experimental. Publicada originalmente en 2005, 'Drive' ha vuelto a la actualidad después de que Nicolas Windin Refn consiguiera, con su adaptación cinematográfica, el premio a Mejor Director en el Festival de Cine de Cannes. La película, protagonizada por uno de los chicos de moda, Ryan Gosling (que fue candidato al Oscar por su trabajo en 'Half Nelson'), sigue al bueno de Driver en su periplo diario que, por cierto, nada tiene de monótono. Capaz de matar por proteger a la chica (sí, hay una chica, siempre la hay, se llama Irene y en la película está interpretada por Carey Mulligan), Driver asegura que el mejor trabajo que ha tenido nunca fue el del 'remake' de 'Camino de odio'. Dos tercios de la película transcurrían al volante de un Chevy del 56.

De ritmo vertiginoso, 'Drive' es una auténtica joya del género negro protagonizada por un tipo que parece estar más del bando de los malos que de los buenos. Aunque arregle los coches que se carga, consigue un sobresueldo echando una mano (al volante) de criminales de todo tipo (en especial, los que tienen en mente salir con sacas repletas de dinero de algún negocio). Pisa la ley como pisa el acelerador, aunque tiene más que claro quiénes son los buenos y le gusta considerarse uno de ellos. Driver es así, un tipo contradictorio. No en vano su padre fue un ladrón, y era su padre, así que debía ser de los buenos, ¿o no?

Especialista en guitarras (ha escrito libros sobre el sonido de la guitarra en el jazz y sobre su importancia en la música americana), James Sallis (que nació en Helena, Arkansas, en 1944) es hermano del filósofo John Sallis, y ha publicado cinco antologías de poemas y relatos (la mayoría, de ciencia ficción), además de media docena de novelas que rozan el género pero se mantienen a salvo de la figura del detective. Eso sí, también es responsable de un detective (ya clásico): Lew Griffin. Un detective negro, autodidacta y autodestructivo, al que le fascina la literatura francesa y que sobrevive como puede en Nueva Orleans. Es capaz de abrir en canal a un tipo. Así se las gasta el bueno de Lew. O así hace que se las gaste su autor. Siempre al límite.

Por Laura Fernández

Foto: Fotograma de DRIVE

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/24/novelanegra/1306226420.html



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