"Calibre 45" es la segunda novela de la trilogía policial "La balada del Británico" del periodista y escritor Martín Malharro, publicada por la editorial Mil botellas en noviembre de 2010. Malharro nos sumerge en un misterioso Buenos Aires, donde el detective Mariani –un Marlowe rioplatense- irá desatando los nudos de una atrapante trama investigativa.
Mariani es un detective privado que se dedica a la búsqueda de personas, pero en esta ocasión es tentado a trabajar en un caso distinto: el robo de una millonaria colección de monedas antiguas con un extraño crimen de por medio, terreno de la policía, pero, como la paga es buena y la necesidad a veces manda, Mariani acepta y deberá manejarse en el justo medio, para no tomar decisiones erróneas y zafar así, del peligro que acecha y tensiona las páginas en un in crescendo sin pausa.
Entonces, el avance es junto al protagonista por calles, bares –como el Británico de San Telmo– y barrios de Buenos Aires, donde realidad y ficción son lo mismo. En ese mundillo en el que nadie se fía de nadie, y Mariani sólo cuenta con la amistad del Gordo Demarchi, el mecánico que le presta autos para movilizarse -con quien tiene exquisitas charlas-, y con las dos tías, con las que vive en San Telmo, que van al supermercado en búsqueda de ofertas, le preparan la comida y miran televisión.
LITERATURA PARA DENUNCIAR
Más allá del enigma a resolver -que mantiene en vilo al lector y es uno de los mayores logros de "Calibre 45"- lo que subyace es la denuncia “al terrible saqueo al patrimonio artístico nacional, y a la falsificación de obras en los museos”, dice Malharro, y agrega que más del 70 por ciento de los hechos de su novela son reales. El autor logra el ritmo ágil de la peripecia constante, lo que transforma a "Calibre 45", en una obra que produce -como dice en el prólogo el escritor, Ricardo Ragendorfer- "algo parecido a la envidia: acababa de leer una historia que a mí me hubiera gustado escribir". Y el lector, se identifica de inmediato con Mariani, no sólo por el simpático tinte de héroe tragicómico, sino porque el protagonista es un personaje cercano, que sufre por las mismas cuestiones que la gente común; en fin, un detective sin desperdicios, o con varios, pero llevados con estilo.
PD: Felicitaciones a Mariani por otra historia de alto calibre. Esperamos "San Telmo a Quemarropa", la tercera novela de la trilogía:… ¿será la vencida?... Teléfono para Malharro.
Nota publicada en el suplemento digital "Cubo" del Diario El día.
Por Agustín Lollini
Para conseguir un ejemplar: http://milbotellas.blogspot.com/
Mariani es un detective privado que se dedica a la búsqueda de personas, pero en esta ocasión es tentado a trabajar en un caso distinto: el robo de una millonaria colección de monedas antiguas con un extraño crimen de por medio, terreno de la policía, pero, como la paga es buena y la necesidad a veces manda, Mariani acepta y deberá manejarse en el justo medio, para no tomar decisiones erróneas y zafar así, del peligro que acecha y tensiona las páginas en un in crescendo sin pausa.
Entonces, el avance es junto al protagonista por calles, bares –como el Británico de San Telmo– y barrios de Buenos Aires, donde realidad y ficción son lo mismo. En ese mundillo en el que nadie se fía de nadie, y Mariani sólo cuenta con la amistad del Gordo Demarchi, el mecánico que le presta autos para movilizarse -con quien tiene exquisitas charlas-, y con las dos tías, con las que vive en San Telmo, que van al supermercado en búsqueda de ofertas, le preparan la comida y miran televisión.
LITERATURA PARA DENUNCIAR
Más allá del enigma a resolver -que mantiene en vilo al lector y es uno de los mayores logros de "Calibre 45"- lo que subyace es la denuncia “al terrible saqueo al patrimonio artístico nacional, y a la falsificación de obras en los museos”, dice Malharro, y agrega que más del 70 por ciento de los hechos de su novela son reales. El autor logra el ritmo ágil de la peripecia constante, lo que transforma a "Calibre 45", en una obra que produce -como dice en el prólogo el escritor, Ricardo Ragendorfer- "algo parecido a la envidia: acababa de leer una historia que a mí me hubiera gustado escribir". Y el lector, se identifica de inmediato con Mariani, no sólo por el simpático tinte de héroe tragicómico, sino porque el protagonista es un personaje cercano, que sufre por las mismas cuestiones que la gente común; en fin, un detective sin desperdicios, o con varios, pero llevados con estilo.
PD: Felicitaciones a Mariani por otra historia de alto calibre. Esperamos "San Telmo a Quemarropa", la tercera novela de la trilogía:… ¿será la vencida?... Teléfono para Malharro.
Nota publicada en el suplemento digital "Cubo" del Diario El día.
Por Agustín Lollini
Para conseguir un ejemplar: http://milbotellas.blogspot.com/
Calibre 45
Martín Malharro
Mil botellas 2010
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