Juan Arangoa, un conocido anticuario bien relacionado con la jet hispalense aparece asesinado en su galería de Sevilla una mañana de Jueves Santo. La investigación del crimen le es encomendada al Inspector Jefe Pintado, y lo que en principio parecía un robo resulta ser una compleja trama en la que se ven inmersos influyentes personajes del mundo político y financiero implicados en las redes del crimen organizado internacional.
Ginés Pintado -un hombre corriente, solitario y desencantado de la vida, aunque aún no ha perdido del todo la esperanza- y su equipo de la Brigada Judicial serán los encargados de desenredar una trama plagada de extorsiones, prostitución, sexo extremo y drogas… sorteando las dificultades que se les van presentando a cada paso. Lo que parecía una muerte quizás accidental durante un robo, se transforma a lo largo de la obra en el retrato de personajes cuyas existencias coinciden en un complejo tablero de juego. Un manuscrito del siglo XVII parece ser el punto en común de ellas, pero nada es lo que parece.
El inspector Pintado se ve llevado de lugar en lugar persiguiendo humo, sin acabar de encontrar la verdad -que se le escapa entre las manos a cada paso que da-. Mientras tanto se desarrolla su historia de amor con María -una doctora en arte, una mujer de gran capacidad intelectual y cartesiana, pero no por ello exenta del influjo de los sentimientos-, y su vida se complica fuera de control. La novela es una historia coral al tiempo que la narración de la investigación. Detalles bizarros se entremezclan con situaciones cotidianas que hacen creíble lo improbable e increíble lo habitual.
Sevilla, Barcelona, París, Dijón, Madrid… son los escenarios en los que se desarrolla una historia que narra las diferentes etapas de la investigación comenzando con la búsqueda de un manuscrito sustraído al asesinado Juan Arangoa, y durante la cual se desvelan los peores sentimientos del ser humano y sus más terribles y denigrantes pasiones. La trama engarza historias y personajes que entran y salen de ella a velocidad de vértigo, donde nada es lo que parece a primera vista, sólo lo que finalmente resulta ser.
La certeza de Perseo es algo más que novela negra, contando con la trama y los ingredientes del género, es también un retrato vital, y como tal, en ella hay no sólo historias de buenos e historias de malos, también hay historias de amor sin sexo e historias de sexo sin amor, historias de gente que es querida sin saberlo e historias de gente que quiere sin saber que quiere. En definitiva, hay personas, y hay vida.
Ginés Pintado -un hombre corriente, solitario y desencantado de la vida, aunque aún no ha perdido del todo la esperanza- y su equipo de la Brigada Judicial serán los encargados de desenredar una trama plagada de extorsiones, prostitución, sexo extremo y drogas… sorteando las dificultades que se les van presentando a cada paso. Lo que parecía una muerte quizás accidental durante un robo, se transforma a lo largo de la obra en el retrato de personajes cuyas existencias coinciden en un complejo tablero de juego. Un manuscrito del siglo XVII parece ser el punto en común de ellas, pero nada es lo que parece.
El inspector Pintado se ve llevado de lugar en lugar persiguiendo humo, sin acabar de encontrar la verdad -que se le escapa entre las manos a cada paso que da-. Mientras tanto se desarrolla su historia de amor con María -una doctora en arte, una mujer de gran capacidad intelectual y cartesiana, pero no por ello exenta del influjo de los sentimientos-, y su vida se complica fuera de control. La novela es una historia coral al tiempo que la narración de la investigación. Detalles bizarros se entremezclan con situaciones cotidianas que hacen creíble lo improbable e increíble lo habitual.
Sevilla, Barcelona, París, Dijón, Madrid… son los escenarios en los que se desarrolla una historia que narra las diferentes etapas de la investigación comenzando con la búsqueda de un manuscrito sustraído al asesinado Juan Arangoa, y durante la cual se desvelan los peores sentimientos del ser humano y sus más terribles y denigrantes pasiones. La trama engarza historias y personajes que entran y salen de ella a velocidad de vértigo, donde nada es lo que parece a primera vista, sólo lo que finalmente resulta ser.
La certeza de Perseo es algo más que novela negra, contando con la trama y los ingredientes del género, es también un retrato vital, y como tal, en ella hay no sólo historias de buenos e historias de malos, también hay historias de amor sin sexo e historias de sexo sin amor, historias de gente que es querida sin saberlo e historias de gente que quiere sin saber que quiere. En definitiva, hay personas, y hay vida.
La certeza de Perseo
Diego C. Lujan
Bubok 2010
4 comentarios:
La certeza de Perseo es una novela en fotogramas que te situa como espectador en primer plano de una intriga que se pasea entre Sevilla, Madrid, París, Barcelona y parajes campestres. Literatura pura en la que ningún pasaje es prescindible, manteniéndote en ascuas de principio a fin.
La Certeza de Perseo es un enigma que se propone al lector, un desafío a su imaginacióre y a su capacidad deductiva. Una compleja y acertada descripción de los lugares, la sociedad y sus partes oscuras y los tipos de personajes que prosperan en esos ambientes. El inspector Pintado sufre su metamorfosis y bucea en la inmundicia de su tiempo. De los hechos e investigaciones del detective, se invita al lector a participar del énfasis en la vida, las motivaciones del acto criminal ,las raíces socioculturales de la delicuencia y una reflexión sobre el deterioro ético.
Estamos ante una narrativa que te engancha de principio a fin, que te sumerge en las ciudades por las que vive el relato, que te conmina a pasar las páginas en la certeza de lo correcto y lo deseable.
Sin olvidar que a todo lo envuelve un gran ritmo, estilo, estructura y técnica.
Pero es algo más, es un reto.
Es un recorrer un camino hacia la obra, que te conecta con las reglas del juego, que te invita a seguir y a aparticipar inmisericordemente en el mismísimo juego.
Este autor recuerda pasajes impagables de autores como Dashiell Hammett, Raymond Chandler, Mario Mendoza, Javier Pérez Fernández,Erle Stanley Gardner e incluso a Stieg Larsson.
Enhorabuena, mis felicitaciones. Y espero con cierta avidez el próximo reto.
La novela me ha sorprendido. Siendo una ópera prima el resultado es más que digno.
El personaje central, Ginés Pintado, resulta entrañable, muy de la tierra.
Aunque los personajes femeninos son discutibles, lo cierto es que responden al cliché de femme fatal que cabe esperar de una novela negra que se precie.
La trama me ha resultado adictiva, una vez lo empecé no pude dejarlo hasta terminar. El desenlace no ha sido evidente en ningún momento, aunque una vez se desvela parece lógico.
Lo dicho, una novela negra más que interesante, que deja con ganas de más...
¿Para cuando la próxima, Luján?
Me parece un libro más que recomendable. La trama va enganchándote poco a poco. Los personajes están perfectamente dibujados desde el punto de vista de su caracter psicológico, mientras que su descripción física deja bastante libertad para la imaginación del lector. Con todo, lo que más me gusta es la descripción ambiental de los lugares y espacios (los aromas de la primavera sevillana casi se pueden oler). Y los personajes se sienten con cercanía, Ginés no es un superagente de la CIA ni un sórdido detective de los barrios bajos... no... Ginés es ese tipo que vive sólo, unos pisos más abajo en tu escalera.. ese que saca a pasear su perro siempre a deshoras... y María... María se parece a aquella profesora tuya de la facultad... (¿cómo se llamaba?).
Pero si hay que elegir, me quedo con el desenlace. Sin duda lo mejor del libro.
No sé si pasará a la historia de la literatura, pero la verdad es que molar... mola.
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