Barcelona, 8 dic (EFE).- Tras irrumpir en el género de la novela negra con "Robo en el Museo Dalí", Luis Campo retrata los entresijos del poder mediático en su segunda entrega, "Alexia y los magnates de la comunicación", donde la ex inspectora investiga la misteriosa desaparición del propietario del mayor grupo audiovisual español.
Decidido a convertir las peripecias de la investigadora Alexia Hurtado en una serie, de la mano de la protagonista el autor se sumerge en esta ocasión en las luchas internas de las grandes empresas de la comunicación, mostrando los resortes legales y los mecanismos espurios para ejercer su control.
Luis Campo Vidal, que tiene en su currículo trabajos y proyectos para Canal Satélite Digital o Antena 3 TV, entre otros medios, aprovecha su experiencia como consultor de televisión, multimedia e Internet para situar al lector en el epicentro de una batalla por el control de un 'holding' mediático al desaparecer el magnate Julio Ramos durante la travesía de un pequeño velero por el Mediterráneo.
El lector avezado podrá establecer paralelismos entre ciertos personajes, como el propio Ramos, con algún empresario de éxito del panorama comunicativo español, si bien "todo parecido con la vida real será pura coincidencia", advierte Luis Campo con no poca ironía.
Una de las tesis que plantea Campo en su novela es la fragilidad de determinados imperios de la comunicación, que en ocasiones dependen de una o unas pocas personas, por lo que, pese a su apariencia de solidez, "tienen los pies de barro".
En este sentido, Luis Campo ha dicho a Efe que "a veces no nos damos cuenta, pero un imperio puede depender de una persona, y si desaparece alguien con una posición clave en un 'holding' empresarial, se desata una lucha legal o personal por ocupar el poder que tenía, en la que surgen muchas ambiciones y vanidades", un escenario que presentaba "mucha salsa para desarrollar una novela".
Campo define a los nuevos magnates del mundo audiovisual como unos empresarios "que en una sola generación, trabajando desde abajo, han sabido crear un imperio mediático", en contraste con las familias que tradicionalmente han controlado periódicos centenarios, cuya propiedad se ha transmitido de generación en generación.
"En cambio, en el mundo audiovisual y no digamos en el mundo de Internet, esto se da muy rápido, tanto de subida como de bajada, y nadie garantiza que algo tendrá éxito toda la vida solo porque lo tuvo ayer", lo que lleva a estas empresas a estar en continua transformación, explica el autor.
En la actualidad, Campo ve "una crisis estructural de los medios muy clara por la llegada de Internet que aún tienen que resolver", y para la que están aplicando diversas fórmulas, a lo que se suma "una crisis coyuntural, la crisis económica, que afecta directamente al mundo de la publicidad".
Todo ello ha derivado en "un proceso de concentración de medios audiovisuales que han facilitado las nuevas leyes", lo que, añadido a las posibilidades de las nuevas tecnologías, ha posibilitado la aparición de grupos que controlan hasta ocho canales de televisión, un panorama impensable hace unos pocos años.
En la complicada relación entre poder político y poder mediático, Luis Campo no vislumbra la preeminencia de uno sobre otro, sino una "doble influencia" en la que a veces los medios pueden acabar con la carrera de algún político, y los políticos favorecer a unos grupos u a otros en función de sus propios intereses.
La investigación de Alexia Hurtado la lleva por escenarios de Barcelona, Madrid, Galicia y San Petersburgo, la antigua capital del imperio ruso, que Luis Campo conoce de primera mano por ser la ciudad donde residía su esposa y a la que sigue viajando regularmente.
"San Petersburgo es una ciudad un poco desconocida, pero muy bonita, además de un territorio interesante, porque es un enclave europeo, aunque fuera de la UE, con otras leyes y una menor influencia de organismos como Interpol", explica el autor sobre esta metrópoli, a la que viajará la ex inspectora jefa de los Mossos d'Esquadra en busca del magnate desaparecido.
Tras la reciente publicación de "Alexia y los magnates de la comunicación" (Flamma Editorial), Campo Vidal ya trabaja en lo que será la tercera entrega de la serie sobre Alexia Hurtado, "Barcelona, zona cero", centrada en un tema de plena actualidad, como es la especulación inmobiliaria. EFE.
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=617747
Decidido a convertir las peripecias de la investigadora Alexia Hurtado en una serie, de la mano de la protagonista el autor se sumerge en esta ocasión en las luchas internas de las grandes empresas de la comunicación, mostrando los resortes legales y los mecanismos espurios para ejercer su control.
Luis Campo Vidal, que tiene en su currículo trabajos y proyectos para Canal Satélite Digital o Antena 3 TV, entre otros medios, aprovecha su experiencia como consultor de televisión, multimedia e Internet para situar al lector en el epicentro de una batalla por el control de un 'holding' mediático al desaparecer el magnate Julio Ramos durante la travesía de un pequeño velero por el Mediterráneo.
El lector avezado podrá establecer paralelismos entre ciertos personajes, como el propio Ramos, con algún empresario de éxito del panorama comunicativo español, si bien "todo parecido con la vida real será pura coincidencia", advierte Luis Campo con no poca ironía.
Una de las tesis que plantea Campo en su novela es la fragilidad de determinados imperios de la comunicación, que en ocasiones dependen de una o unas pocas personas, por lo que, pese a su apariencia de solidez, "tienen los pies de barro".
En este sentido, Luis Campo ha dicho a Efe que "a veces no nos damos cuenta, pero un imperio puede depender de una persona, y si desaparece alguien con una posición clave en un 'holding' empresarial, se desata una lucha legal o personal por ocupar el poder que tenía, en la que surgen muchas ambiciones y vanidades", un escenario que presentaba "mucha salsa para desarrollar una novela".
Campo define a los nuevos magnates del mundo audiovisual como unos empresarios "que en una sola generación, trabajando desde abajo, han sabido crear un imperio mediático", en contraste con las familias que tradicionalmente han controlado periódicos centenarios, cuya propiedad se ha transmitido de generación en generación.
"En cambio, en el mundo audiovisual y no digamos en el mundo de Internet, esto se da muy rápido, tanto de subida como de bajada, y nadie garantiza que algo tendrá éxito toda la vida solo porque lo tuvo ayer", lo que lleva a estas empresas a estar en continua transformación, explica el autor.
En la actualidad, Campo ve "una crisis estructural de los medios muy clara por la llegada de Internet que aún tienen que resolver", y para la que están aplicando diversas fórmulas, a lo que se suma "una crisis coyuntural, la crisis económica, que afecta directamente al mundo de la publicidad".
Todo ello ha derivado en "un proceso de concentración de medios audiovisuales que han facilitado las nuevas leyes", lo que, añadido a las posibilidades de las nuevas tecnologías, ha posibilitado la aparición de grupos que controlan hasta ocho canales de televisión, un panorama impensable hace unos pocos años.
En la complicada relación entre poder político y poder mediático, Luis Campo no vislumbra la preeminencia de uno sobre otro, sino una "doble influencia" en la que a veces los medios pueden acabar con la carrera de algún político, y los políticos favorecer a unos grupos u a otros en función de sus propios intereses.
La investigación de Alexia Hurtado la lleva por escenarios de Barcelona, Madrid, Galicia y San Petersburgo, la antigua capital del imperio ruso, que Luis Campo conoce de primera mano por ser la ciudad donde residía su esposa y a la que sigue viajando regularmente.
"San Petersburgo es una ciudad un poco desconocida, pero muy bonita, además de un territorio interesante, porque es un enclave europeo, aunque fuera de la UE, con otras leyes y una menor influencia de organismos como Interpol", explica el autor sobre esta metrópoli, a la que viajará la ex inspectora jefa de los Mossos d'Esquadra en busca del magnate desaparecido.
Tras la reciente publicación de "Alexia y los magnates de la comunicación" (Flamma Editorial), Campo Vidal ya trabaja en lo que será la tercera entrega de la serie sobre Alexia Hurtado, "Barcelona, zona cero", centrada en un tema de plena actualidad, como es la especulación inmobiliaria. EFE.
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=617747
Foto: Xoán Álvarez
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