Madrid, 24 sep (EFE).- Los asesinos en serie reunidos por el italiano Donato Carrisi en su novela "Lobos" han llegado a las librerías españolas con la intención de revelar a los lectores "el mal que se esconde en cada uno de nosotros", a través de una historia en la que "no hay inocentes".
"Lobos" (Planeta) "habla de nuestro lado oscuro", ha explicado hoy en una entrevista con Efe el autor italiano, que lanza un aviso: "Quien afronte la lectura de este libro se verá reflejado en la historia".
Y la historia es una pesadilla de más de cuatrocientas páginas que mantiene al lector enganchado desde el principio a una novela que se ha convertido en un fenómeno editorial en Italia y que estos días se publica también en Francia, Reino Unido y Alemania.
En un lugar que Carrisi no especifica, pero que puede resultar familiar a cualquier lector de Europa y Estados Unidos, cinco niñas de varias edades han sido secuestradas en tan solo un mes. Nadie sabe nada de ellas hasta el macabro descubrimiento de una fosa que contiene seis brazos.
Mila Vasquez, la policía especializada en desapariciones que protagoniza "Lobos", explica que los asesinos en serie "se dividen en cuatro clases: visionarios, misioneros, hedonistas y buscadores de poder...Pero hay una quinta categoría: los llaman asesinos subliminales".
Los cuatro primeros tipos de asesinos son los lobos que llenan de cadáveres esta novela. La manada está dirigida por un asesino subliminal, un hombre tremendamente persuasivo y tan escurridizo que las autoridades ni siquiera pueden darle un nombre.
La referencia inmediata es Charles Manson, al que Carrisi definía hoy como "el inspirador de asesinatos más famoso de la historia", pero el autor italiano advierte de que existen muchos otros "apuntadores".
Cita entre ellos el del caso Offelbeck, de 1986. Un ama de casa recibe una llamada telefónica anónima; "luego un día, de buenas a primeras, asesina a toda su familia vertiendo matarratas en la sopa".
Especialista en Criminología y Ciencias del Comportamiento, Donato Carrisi, que nació en la región meridional de Apulia en 1973 y reside en Roma, explica que la del "apuntador" es una figura criminal tan inquietante como difícil de probar en un tribunal de justicia.
"La actividad de estos individuos implica un nivel subliminal de comunicación que no añade un intento criminal a la psique del agente, sino que en todo caso hace emerger un lado oscuro -presente de manera más o menos latente en cada uno de nosotros- que finalmente lleva al sujeto a cometer uno o más delitos", explica Carrisi en las notas que acompañan a su novela.
La "fascinación por el mal" que, según Carrisi, existe en cada persona facilita el trabajo del asesino subliminal en esta novela que pretende "implicar al lector y no dejarlo como espectador", y en la que el mal alcanza todos los rincones.
La crueldad de "Lobos" recuerda a la de "Seven", una película que Carrisi no duda en calificar de "bellísima", aunque el autor italiano se confiese "una persona llena de miedos".
"Si no fuera capaz de admitir mis miedos no podría escribir sobre ellos", añade el escritor, que ha debutado en la novela tras su labor como guionista de cine y televisión, y que comenzó su carrera como autor de comedias teatrales.
Carrisi asegura que su novela puede tener un efecto terapéutico también sobre el lector, que "en cierto sentido puede afrontar sus propios miedos".
"Lobos" comenzó a gestarse en 1997, poco después de que Carrisi se doctorara en Derecho con una tesis sobre los asesinos en serie y tuviera ocasión de conocer a uno de ellos.
Cuenta el escritor italiano que supo que su novela "estaba funcionando" cuando sus padres fueron a visitarle a su casa de Roma y por la noche cerraron con llave la habitación en la que durmieron.
"Lobos" (Planeta) "habla de nuestro lado oscuro", ha explicado hoy en una entrevista con Efe el autor italiano, que lanza un aviso: "Quien afronte la lectura de este libro se verá reflejado en la historia".
Y la historia es una pesadilla de más de cuatrocientas páginas que mantiene al lector enganchado desde el principio a una novela que se ha convertido en un fenómeno editorial en Italia y que estos días se publica también en Francia, Reino Unido y Alemania.
En un lugar que Carrisi no especifica, pero que puede resultar familiar a cualquier lector de Europa y Estados Unidos, cinco niñas de varias edades han sido secuestradas en tan solo un mes. Nadie sabe nada de ellas hasta el macabro descubrimiento de una fosa que contiene seis brazos.
Mila Vasquez, la policía especializada en desapariciones que protagoniza "Lobos", explica que los asesinos en serie "se dividen en cuatro clases: visionarios, misioneros, hedonistas y buscadores de poder...Pero hay una quinta categoría: los llaman asesinos subliminales".
Los cuatro primeros tipos de asesinos son los lobos que llenan de cadáveres esta novela. La manada está dirigida por un asesino subliminal, un hombre tremendamente persuasivo y tan escurridizo que las autoridades ni siquiera pueden darle un nombre.
La referencia inmediata es Charles Manson, al que Carrisi definía hoy como "el inspirador de asesinatos más famoso de la historia", pero el autor italiano advierte de que existen muchos otros "apuntadores".
Cita entre ellos el del caso Offelbeck, de 1986. Un ama de casa recibe una llamada telefónica anónima; "luego un día, de buenas a primeras, asesina a toda su familia vertiendo matarratas en la sopa".
Especialista en Criminología y Ciencias del Comportamiento, Donato Carrisi, que nació en la región meridional de Apulia en 1973 y reside en Roma, explica que la del "apuntador" es una figura criminal tan inquietante como difícil de probar en un tribunal de justicia.
"La actividad de estos individuos implica un nivel subliminal de comunicación que no añade un intento criminal a la psique del agente, sino que en todo caso hace emerger un lado oscuro -presente de manera más o menos latente en cada uno de nosotros- que finalmente lleva al sujeto a cometer uno o más delitos", explica Carrisi en las notas que acompañan a su novela.
La "fascinación por el mal" que, según Carrisi, existe en cada persona facilita el trabajo del asesino subliminal en esta novela que pretende "implicar al lector y no dejarlo como espectador", y en la que el mal alcanza todos los rincones.
La crueldad de "Lobos" recuerda a la de "Seven", una película que Carrisi no duda en calificar de "bellísima", aunque el autor italiano se confiese "una persona llena de miedos".
"Si no fuera capaz de admitir mis miedos no podría escribir sobre ellos", añade el escritor, que ha debutado en la novela tras su labor como guionista de cine y televisión, y que comenzó su carrera como autor de comedias teatrales.
Carrisi asegura que su novela puede tener un efecto terapéutico también sobre el lector, que "en cierto sentido puede afrontar sus propios miedos".
"Lobos" comenzó a gestarse en 1997, poco después de que Carrisi se doctorara en Derecho con una tesis sobre los asesinos en serie y tuviera ocasión de conocer a uno de ellos.
Cuenta el escritor italiano que supo que su novela "estaba funcionando" cuando sus padres fueron a visitarle a su casa de Roma y por la noche cerraron con llave la habitación en la que durmieron.
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