13 junio 2013

El caso de Brunetti y otros detectives de novela influyentes


EL MÁS FAMOSO DE TODOS


Donna Leon acaba de publicar en España 'El huevo de oro' una nueva novela de uno de sus personajes más célebres, el comisario Brunetti.

Junto a él, un puñado de investigadores 'vivos' e influyentes combaten el mal en las novelas policíacas de los últimos años.

La escritora Donna Leon acaba de publicar en España El huevo de oro (Seix Barral), una novela que es probablemente el caso más fuerte de uno de sus personajes más célebres, el comisario Brunetti. Pero el de Donna Leon no es el único investigador que se desliza sagaz por las páginas de las novelas de los últimos años. En la actualidad se pueden encontrar otros "detectives vivos" que protagonizan los últimos títulos de uno de los géneros más tradicionales: la novela policíaca. Estos son algunos de los más influyentes:

Brunetti. Considerado por parte de la crítica como "el detective más humano desde el inspector Maigret de Georges Simenon", es el comisario Brunetti, protagonista de la saga negra de Donna Leon, un hombre algo cínico (dados los márgenes que el impiden a veces ir hasta donde le gustaría) que vive en permanente lucha contra el crimen. Pese a todo no ceja en su empeño de pelear todo lo que puede contar la corrupción. No se trata del clásico personaje solitario, sino de un hombre con familia que se refugia en su mujer Paola, una condesa, y sus dos hijos, Raffi y Chiara. Una familia bien avenida da el contrapunto perfecto al horror al que se enfrenta en su trabajo diario el comisario.

Kurt Wallander. Uno de los más populares personajes de la literatura policiaca, magnífica aportación del escritor sueco Henning Mankell, este inspector de policía en la pequeña localidad de Suecia ha protagonizado toda una saga de novela negra. Entre ellas, Asesinos sin rostro, Los perros de Riga, La pirámide... El melancólico y simpático policía ha alcanzado gran notoriedad internacional, hasta el punto de que cuenta con su propio club de fans en inglés. En Antes de que hiele cede el testigo Kurt a su hija Linda, pero el resultado no es el mismo. Quizá, y no sería el primer autor de novela negra en hacerlo, tenga que devolverle su podio al viejo Wallander.

Kostas Jaritos. El comisario creado por el griego Petros Márkaris se ha hecho un interesante hueco. Kostas Jaritos, que trabaja en la policía de Atenas, es un hombre, al menos de entrada, poco agradable y bastante intolerante. Además, no está muy contento de su pasado en la policía, lo que no ayuda a mejorar su en principio mal carácter. Casado, eso sí, no se trata del solitario o abandonado investigador, aunque en permanente debate con ella, tiene el punto más débil y más humano en su hija. Suicidio perfecto o Liquidación final son algunas de las muchas obras protagonizadas por este comisario.

Bevilacqua y Chamorro. También conocido como Vila, este sargento de la Guardia Civil ha dado la fama a Lorenzo Silva. Junto a la sargento Virginia Chamorro, esta pareja protagoniza una serie de novelas policiacas de gran éxito. Una de ellas, El alquimista impaciente, fue llevada al cine. Padre divorciado de un hijo, se aleja bastante del estereotipo. Respetuoso y empático, busca meterse hasta en la piel del muerto. 

Rebecka Martinsson. Protagonista de Aurora boreal y Senda oscura, la abogada Rebecka situó a la escritora Assa Larsson en una de las primeras filas de la novela negra. Como la autora, es Martinsson una abogada que acaba investigando complejos y escalofriantes crímenes (en esto ya no comparte terreno). Larsson dejó su profesión por la literatura y acertó: su abogada se ha convertido en todo un referente que ha llegado hasta la gran pantalla.

Petra Delicado. Creada por Alicia Giménez-Bartlett en 1996 en la novela Ritos de muerte, Petra Delicado es inspectora de policía destinada en Barcelona, que vive sola y aparenta dureza pero esconde la fragilidad que anuncia su apellido. Huye de cualquier atadura que la aleje de su pasión y su vida: su trabajo. Días de perros o Nadie quiere saber son algunas de las obras de la saga de una autora con mayor y anterior proyección fuera de nuestro país.

Leo Caldas. En Ojos de agua presentaba Domingo Villar a su peculiar investigador, el inspector de policía en Vigo Leo Caldas. Solitario, y algo introvertido, fuma y bebe vino blanco mientras busca resolución a los casos. Amante del jazz pero mucho más de su profesión, acaba dejando que su vida íntima se resienta. 

Arturo Zarco. Con este detective homosexual y cuarentón, Marta Sanz ha logrado hacerse un hueco en el género negro. Protagonista de las dos novelas que ha publicado la autora, Black, black, black y Un buen detective no se casa jamás, este personaje, aunque no es ni mucho menos el primer detective gay de la historia, sí es uno de los más peculiares de nuestra novela policiaca actual.


Texto: Paula Arenas
Fuente: 20 minutos
Foto:

No hay comentarios: