ENRIQUE MÜLLER
Mientras la Policía germana, apoyada por los agentes italianos, continúa con las investigaciones de la matanza de Duisburgo, Alemania descubre que el país se ha convertido en uno de los bastiones más importantes de la mafia calabresa y que tras el rótulo de las pizzerías y trattorias se esconden familias del hampa. Seis transalpinos fueron asesinados en la citada localidad alemana tras la violenta y sangrienta disputa que llevan a cabo, desde hace más de 15 años, dos familias rivales de San Luca, en la comarca de Reggio Calabria.
El periódico 'Express de Colonia' publicó ayer una entrevista con un ex asesino de la 'Ndrangheta, la mafia regional calabresa y que, tras su detención en 1998, se convirtió en un valioso testigo de cargo para la justicia italiana y alemana.
Alemania es uno de los escondites favoritos de la mafia calabresa y la cuenca del Ruhr es su bastión», confesó Giorgio Basili al rotativo de Colonia. «Los alemanes tienen que entender que donde existe una pizzería, la Mafia se encuentra en casa porque casi todas han sido financiadas con su dinero», asegura.
La carnicería de Duisburgo fue calificada por varios expertos de seguridad germanos como el más reciente ejemplo de la peligrosa presencia del hampa en el país. La Policía Federal Criminal (BKA), por ejemplo, tiene identificados a unos 160 representantes de la organización 'Ndrangheta, todos originarios de San Luca.
«Aquí se encuentra la sede central del consorcio mafioso», señaló Jürgen Roth, un conocido experto alemán y autor de varios libros sobre el tema. «Los capos mafiosos -añade- poseen restaurantes, hoteles y constructoras, pero sus verdaderos negocios tienen que ver con el lavado de dinero, contrabando de armas y drogas, extorsión y robo de automóviles de lujo».
Por su parte, el presidente de la Asociación de la Policía Criminal en el estado de Renania del Norte Westfalia, Wilfried Albishausen, declaró que «existen claras señales de que la Mafia italiana está echando raíces en Alemania». «El país está siendo utilizado como un centro de actividades por asesinos y estructuras del hampa», añadió.
En la vía pública
Desde el miércoles pasado, los alemanes, aparte de constatar que la Mafia italiana es capaz de cometer una masacre en la vía pública, se pregunta ahora, como lo hizo ayer el famoso columnista del 'Bild', Franz Josef Wagner, si las pizzerías y trattorias pueden convertirse en trampas mortales para los comensales.
«La Mafia era para mí Hollywood, pero desde Duisburgo, me pregunto seriamente si debo colocarme un chaleco antibalas cuando quiera comer espaguetis en Da Bruno, Angelo, Cunio o Peppito», escribió el periodista en su columna dedica a los «queridos italianos».
Fuente: www.elcorreodigital.com/
Foto: Matanza de Duisburgo/AFP
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