Después de conocerlo en Linda, como en el asesinato de Linda, volvemos a encontrarnos con el «bajito, gordo y primitivo» Evert Bäckström, el personaje más desastroso (e incorrecto) de la policía sueca, que logra por fin sus quince minutos de fama gracias a una explosiva combinación de suerte, indolencia y un insospechado don de la oportunidad. A Bäckström, después de una temporada de destierro en el departamento de objetos perdidos, acaban de devolverle su puesto de inspector.
Su licencia de armas le ha sido denegada y su ya mítica impericia con una pistola no va a jugar a su favor a la hora de recuperarla. Para que no ocasione ningún problema, se le asigna un caso aparentemente ordinario: la muerte de un alcohólico en una riña. Sin embargo, esta investigación trae de cabeza a Bäckström, que a la vez tiene otro gran frente abierto: las órdenes estrictas de su médico, que le obligan a llevar una vida más sana y saludable. El instinto no le falla: al cabo de unos días el caso se ha complicado con un nuevo asesinato y su posible relación con un atraco a mano armada. La nación necesita un héroe y lo que Anna Holt, la nueva jefa del cuerpo de policía, necesita es que alguien mate al dragón por ella. ¿Y quién mejor que el amoral, fachenda, bocazas y para horror de todos finalmente armado Evert Bäckström?
Quien mate al dragón
Leif W Persson
Grijalbo 2013
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